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miércoles, 17 de junio de 2009

Veneno en el aire,venenos en el campo


Por Ezequiel Nieva

Intoxicados:
El paquete tecnológico que invadió la provincia con soja y fumigaciones muestra sus peores “efectos colaterales”, sobre todo en los pueblos del interior. La pelea de fondo es entre la rentabilidad de unos pocos privilegiados y el derecho a la salud de la mayoría.

Una presentación ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, un pedido de renuncia, una campaña en contra de las fumigaciones, un sinfín de recursos de amparo, una serie de falencias cada vez más visibles en cuanto a las normativas de regulación y control y una creciente difusión de los efectos causados por el uso de agroquímicos renovaron el debate acerca de cómo se produce en la región y en el país.
Santa Fe es uno de los escenarios centrales de ese debate. No sólo porque está en discusión la delimitación de una nueva línea agronómica ,sino porque las estadísticas que se conocen han encendido la alarma de los ambientalistas. En la provincia, por ejemplo, los casos de cáncer gástricos y de testículos triplican la media nacional.

Una ley que se cae :Los vecinos y las organizaciones no gubernamentales entregaron documentos que respaldan las modificaciones a la ley 11.273, propuestas por Riestra. El legislador plantea establecer nuevas restricciones a las distancias permitidas de fumigación y una aplicación más estricta sobre los controles y la clasificación toxicológica de los pesticidas. También reclama una mayor intervención del Estado en el fomento de producciones agrícolas alternativas.

Qué dicen las ranas : Un estudio del investigador de la UNL Rafael Lajmanovich asegura que algunos plaguicidas provocan malformaciones en la fauna y que, además, han causado una importante disminución en la población de sapos y ranas.
Los anfibios son buenos indicadores ambientales, entre otros motivos, porque su piel es permeable: respiran por ella. El diagnóstico del investigador de la UNL es claro: están en riesgo ecológico. ¿Por qué? Principalmente por la expansión de la frontera agrícola, que derivó en deforestaciones excesivas, trastocó el hábitat natural de buena parte de la región y contribuyó a acentuar el cambio climático. A principios del siglo XX había, se estima, unas 105 millones de hectáreas forestales; hoy quedan 33 millones.

Endosulfán al plato,la dieta del Siglo XXI:
Historias del mundo agrotóxico: las palabras de un funcionario, el acoso a un científico, “dicamba”, el próximo veneno top, un cóctel de plaguicidas en la leche materna y el sueño ramplón de volver a ser el granero mundial.

Desde el exterior, los especialistas coinciden en señalar que la legislación argentina en materia de agroquímicos es, como mínimo, anticuada. La Red de Acción en Plaguicidas y sus alternativas para América Latina (Rapal) sostuvo que las leyes que regulan el registro, la comercialización y la aplicación de plaguicidas son “incompletas, permisivas y obsoletas”. Es que los productos se venden en ferreterías, forrajerías, semillerías, casas de artículos de limpieza y hasta en supermercados. “Es necesario redactar leyes efectivas, adaptadas a la realidad. Se requiere sensibilidad, atención y valentía para prohibir los productos más tóxicos, restringir el uso de los de menos impacto y controlar todas las etapas, desde la fabricación pasando por la comercialización, el uso, hasta el desecho de envases de estos tóxicos”, se puede leer en un comunicado de Rapal.
El 27 de marzo, el secretario de Medio Ambiente de la provincia, César Mackler, había dicho que no hay “estudios serios” que demuestren que el glifosato afecte la salud humana. “El modelo que asocia soja y glifosato levantó al país”, señaló entonces. Y deslizó la posibilidad de reducir la distancia mínima exigida por la Ley de Fitosanitarios. Para el funcionario, ese margen podría reducirse a 150 metros para las terrestres y a 300 para las aéreas.
No sólo los ambientalistas le respondieron: el ministro de Salud de la provincia, Miguel Ángel Cappiello, desautorizó la sugerencia de Mackler de reducir las zonas de exclusión. “Los agroquímicos afectan a la salud de la gente con lo cual más que reducir las distancias para las fumigaciones hay que ampliarlas”, dijo Cappiello. “Hoy se fumiga usando aviones y sobre el ejido urbano de algunas localidades. Y donde los aviones no tienen GPS, se usan banderilleros humanos que indican los caminos. Toda esta situación tiene alguna acción sobre la salud”.

Cáncer : Pocos días después de esta polémica se conoció el trabajo del Laboratorio de Embriología Molecular del Conicet, que disparó la presentación de los abogados ambientalistas. Ese estudio comprobó que con dosis hasta 1.500 veces inferiores a las utilizadas en las fumigaciones sojeras se producen trastornos intestinales y cardíacos, malformaciones y alteraciones neuronales. La investigación –la más seria conocida hasta ahora en el país– se extendió durante 15 meses, plazo en el que se analizó el efecto del glifosato en embriones anfibios.

Mercado y Ciencia : El estudio de Carrasco fue rápidamente atacado. Clarín y La Nación deslizaron con elegancia sus dudas respecto de la validez científica; a esa reacción siguió una de solidaridad. Firmada por los integrantes de la Red de Investigadores, Intelectuales, Técnicos y Artistas, circuló una solicitada donde se denuncia la “intromisión mercantilista y pragmática del poder económico sobre la autonomía del sistema científico-universitario”.
Además de la campaña mediática de desprestigio, Carrasco fue amenazado. “Creen que pueden ensuciar fácilmente treinta años de carrera”, respondió a Página/12. “Hay pruebas científicas y, sobre todo, hay centenares de pueblos que son la prueba viva de la emergencia sanitaria”. Preguntado por los colegas que contribuyeron en el desprestigio, Carrasco dijo que “no en todo el mundo hay tan enorme cantidad de hectáreas con soja como en la Argentina. Desde el punto de vista ecotoxicológico, lo que sucede aquí es casi un experimento masivo”.

Santa Fe, entre Monsanto y Vietnam : Mientras en nuestra región –y en casi toda Latinoamérica– se utiliza glifosato como principal herbicida, las empresas productoras ensayan su sustituto. En los Estados Unidos, Basf y Monsanto trabajan en el desarrollo de un nuevo herbicida a base de dicamba: un compuesto que fue registrado en 1967 y que sirvió, junto con el agente naranja, como arma química en la guerra de Vietnam. “Cuando la soja resistente al dicamba salga al mercado, Monsanto retirará toda la soja RR, que pasará a ser obsoleta ante el avance de las malezas resistentes al glifosato, dejando sólo la nueva soja”, se puede leer en un artículo publicado en la revista científica Science en mayo de 2007. El avance hacia el nuevo agroquímico está basado en un descubrimiento de investigadores de la Universidad de Nebraska: un gen que permite obtener plantas tolerantes. Monsanto había suscripto un acuerdo con esa universidad para el desarrollo de esos cultivos. El herbicida dicamba es utilizado en los Estados Unidos en espárragos, cebada, sorgo, soja, caña de azúcar y trigo. También para conservar campos de golf y céspedes residenciales. Syngenta, uno de los mayores productores mundiales de dicamba –Basf es el principal–, cerró una alianza con Monsanto para desarrollar los cultivos. Monsanto espera poder lanzar al mercado nuevos cultivos tolerantes al dicamba a partir de la próxima década (el diario El Tiempo, de Colombia, estima que será en 2013) como respuesta a los inconvenientes de las nuevas plagas; investigadores del Inta ya llevan detectadas 29 especies que toleran el glifosato. La toxicidad de los productos a base de dicamba fue probada en nuestra región. En septiembre de 1993 fueron atendidos en el Heca de Rosario dos jóvenes residentes en área rural de Zavalla, sur santafesino, y un tercer paciente, hermano de uno de los anteriores: tuvieron una exposición dérmica importante al dicamba al atravesar un campo de trigo fumigado. En los primeros casos se detectó un cuadro de calambres musculares abdominales. El tercer paciente –de 16 años– tuvo náuseas, vómitos y agitaciones. Evolucionó al principio, pero luego murió en la guardia del hospital, en forma súbita.(Dicamba,muerto el glifosato,viva el glifosato II)

Opinión: ¿Medio o miedo ambiente?Por Graciela Cristina Gómez (*)

El 5 de junio fue el Día Mundial del Medio Ambiente. Mucho se publicó sobre la fecha. Los medios más hipócritas cubrieron sus páginas con loas a la Pachamama; a su vez, en el suplemento obligado, loas al agrocidio y sus voceros, publicitando los venenos que asolan a nuestra gente. Y al día siguiente, nada. Como nada se hace hoy para tratar de dejar a las generaciones futuras un “futuro común”, donde nace el concepto de “desarrollo sustentable”.
Muchos usan y abusan de esa frase. La escuchamos en los ámbitos menos imaginados, queriendo convencernos así de que la idea está planteada, pero sólo es una burla. Una de las tantas políticas erradas y huecas de contenido de los farsantes de turno. Esos que en plena campaña se olvidan de las inundaciones que asolaron a nuestra provincia, de la sequía histórica producto en gran medida de la deforestación irracional cometida con la venia de anteriores y actuales figuritas repetidas, que cambian de bando y de discurso, aunque de sus caras no logran liberarse.
Esos que poco saben de los cientos de casos de leucemia y sangre con cromo existentes en Las Toscas, y otro tanto en Esperanza, contaminados por los desechos de curtiembres. Del agua contaminada con arsénico que bebe cada día el santafesino de Firmat, Venado Tuerto, Máximo Paz y otras localidades. Poco les importa el grupo de vecinos de San Lorenzo que exige hasta el cansancio medidas, a autoridades y cerealeras, que eviten la contaminación del medio ambiente que vienen padeciendo desde hace años. Los vecinos del barrio Malvinas de Rosario, con más de 200 casos de casos de cáncer. Poco les importa que en Las Petacas la mitad del pueblo sufra alergias y los niños humildes sean usados de banderilleros, dato que los ¿inspectores? jamás reconocieron. Poco les importa que en la provincia los casos de cáncer de testículos y gástricos en varones sean tres veces más que la media nacional, los de hígado casi diez veces más y los de páncreas y pulmón, el doble. Seguramente los funcionarios respondan con total desfachatez que éstos “son casos aislados” o por mala praxis de “algunos” fumigadores, porque los colegiados recetan maravillosamente bien la dosis, tan bien que en Romang comprar glifosato para fumigar camalotes es como ir al quiosco, y toda la provincia lo usa de “matayuyos” en parques y plazas cuando la plaga a combatir sólo está en la soja. Pero se capacitan con gente de Syngenta, en un laboratorio regalo de Monsanto, sin explicarnos en qué parte de la ley que los agrupa se permite eso.
La palabra “ética” no está en el marbete del herbicida, se aprende y se ejecuta cada día; no practicarla es repudiable, actuar en contrario denigra e insulta más que un escrito, porque en ello se va la vida y la salud de la gente. En el mundo del revés todo es posible: el “Estado de derecho” es una frase más, usada para otras ocasiones. Mañana, San Martín Norte y Colonia Dolores seguirán sufriendo el nauseabundo olor que emana de las pestilentes aguas donde otrora se sumergían y jugaban los niños, donde hoy la capa grasosa que la cubre proviene de una cooperativa ganadera de la zona, a la que poco le importa el agua, los niños, los filtros o la contaminación. Aquellas granjas perdidas, aquellos tambos cerrados, aquel ganado pereciendo por la sequía, tampoco serán recordados. Los niños del puerto de Rosario y San Lorenzo caminarán como cada día, con su broncodilatador, sus pulmones enfermos pedirán aire puro y sólo tendrán como respuesta el frío invierno. Los niños de las escuelas rurales dejarán de jugar para encerrarse en el aula, hasta que pase la avioneta que fumiga. Como ellos, cientos de pueblos... Eso también es incumplimiento de deberes de funcionario público, por acción u omisión de una gestión ineficiente o inadecuada.
La Ley 25.675 (General del Ambiente) enumera los instrumentos de la política y la gestión ambiental: 1. El ordenamiento ambiental del territorio; 2. La evaluación de impacto ambiental; 3. El sistema de control sobre el desarrollo de las actividades antrópicas; 4. La educación ambiental; 5. El sistema de diagnóstico e información ambiental; 6. El régimen económico de promoción del desarrollo sustentable. Ninguno de ellos se respeta. Hoy la soja traspasó cada uno de esos instrumentos. El agrocidio sistemático se lleva a cabo con la complicidad de cada ente a su servicio. El otrora granero del mundo hoy produce alimentos, pero para ganado; la falacia de alimentar al mundo sólo engorda unos pocos bolsillos.
Francisco Loewy nos enseña: “La agricultura ha de cumplir por lo menos, con tres tareas: mantener al hombre en contacto con la naturaleza viva, humanizar y ennoblecer el hábitat del hombre, hacer posible la existencia de alimentos y otros materiales necesarios para el sustento de la vida. No creo que una civilización que reconoce sólo la tercera de estas tareas y la persigue con tanta desconsideración y violencia, que no sólo olvida las otras dos sino que sistemáticamente las ataca, tenga alguna posibilidad de sobrevivir”. La biodiversidad nos ayuda a entender el papel que cada especie tiene en el ecosistema. La naturaleza nos da señales constantes que no son tenidas en cuenta. El 5 de junio es el día de Molinos, Vicentín, Cargill y Bunge; el 5 de junio es el día de Santa Fe sin ambiente: el día del miedo ambiente.

(*) Abogada (UBA) y escribana (UNR). Militante ecologista.

Resumen de nota Periódico Pausa N°38 12/06/09,pag. 4 a 7, Santa Fe-Argentina.Fotos:Aljibe con bidones vacíos de herbicidas y vertiente contaminado Salado Amargo La Criolla.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

19/06|12:38 [Rodolfo Edgardo Páramo] DERF NOTICIAS: COMO DE COSTUMBRE, NUEVAMENTE GRACIELA CRISTINA GÓMEZ, ABOGADA, NOS DEJA ATÓNITOS CON SUS PALABRAS Y COMENTARIOS. PERO LAMENTABLEMENTE QUIÉN TIENE QUE ESCUCHAR Y PREOCUPARSE TIENE EL TUPE DE DECIR QUE LA CONTAMINACIÓN POR AGROQUÍMICOS ES VIEJA Y QUE TIENE MÁS DE 30 AÑOS. IGNORA EL GOBERNADOR DE SANTA FE QUE ESTE SISTEMA DE CULTIVO SE AUTORIZÓ RECIEN EN 1996 A TRAVÉS DE UN PRESIDENCIABLE PARA EL 2011. QUERIDA GRACIELA COMO SIEMPRE TE DIGO:CON LOS TAPONES PARA ADELANTE. GRACIAS POR EXISTIR.

Anónimo dijo...

19/06|17:10 [Patricia Isabel Roccatagliata] DERF NOTICIAS: LAMENTABLEMENTE, POR LA IGNORANCIA DE LOS QUE NOS GOBIERNAN... SE AUTORIZÓ EL USO DE GLIFOSATO,Y NO LEYERON EN INGLÉS ... EL EXPEDIENTE !!! POR ESO TENEMOS LOS DESASTRES DE SALUD Y MEDIO AMBIENTE ... GLYPHOSATE IS NOT CHEAP (AN ECOLOGICAL POEM FOR CHILDREN) FROM THE TRAIN, THEY FUMIGATE A MYSTERIOUS PRODUCT. THE CITY COUNCIL DOES NOT KNOW WHAT IT IS... THEY FUMIGATE GLYPHOSATE THAT IS NOT SO CHEAP! WE DO NOT WANT MORE ALLERGIES NEITHER CANCER, ASTHMA, LNH LYNPHOMAS NOR MYSTERIUS ILLNESSES. GLYPHOSATE IS NOT SO CHEAP THE GOVERNMENT DOES NOT KNOW WHAT THEY ALSO BREATHE, OUR PRESIDENT LIVES BESIDE THE TRAIN RAILWAYS. GLYPHOSATE IS NOT SO CHEAP IN THE PRESIDENT´S HOUSE, THEY DO NOT KNOW THAT THEY ALSO BREATHE GLYPHOSATE WE WANT TO SEE GREEN GRASS, NEAR THE RAILWAYS. IN EUROPE, THEY PLANT TOMATOES, POTATOES SEEDS, ALSO GRAPES NEAR THE RAILS THEY PROTECT THE PARCELS OF LAND HERE A FOOL TALKS “BAH, THE LAND IS NOTHING!!” WE WANT TO SEE LITTLE BEES AND BUTTERFLIES. PURE AIR WE WANT TO BREATHE, NATURAL LIFE AND HEALTH BECAUSE, LADIES, GENTLEMEN, : GLYPHOSATE IS NOT CHEAP

Octavio dijo...

Hola cómo me puedo en poner en contacto con vos, muy buenos tus artículos, deberían tener mayor difusión mediática para informar a la gente.

A mí me aterra: la proliferación peligrosa de antenas que aparentan ser de celulares, y eso me está afectando a cuenta gotas en la salud, cuando paso por enfrente de una antena, me encuentro más embotado mentalmente, más cansado y con dolor de cabeza en algunas ocasiones, que seguramente serán más numerosas. Lo que es más frecuente es, como soy muy sensible, es el "embotamiento".

Sé que suena difícil de creer, pero igual me aterran estas instalaciones por todos lados, me enteré en varios blogs sobre el peligro que encierran.

Me gustaría ponerme en contacto con ud. y ver cómo me puede ayudar a organizar algo para que los vecinos "despertemos" del asunto y reclamemos responsablemente, soy de Mar del Plata, me duele mucho ver que no sólo se contamina el aire, el mar, los ríos... ahora parece que quieren contaminar a la gente sin que lo sepan. Las ondas electromágneticas, indectectables a simple vista, son muy peligrosas, he leído de Tesla y me imaginaba que, como él inventó la bobina de Tesla, sistemas de transmisión electromagnéticos, habrá estado tan expuesto por lo que bien sabemos, quedó muy aturdido y casi no podía ver porque la alta sensibilidad que acarreó, sólo podía estar en cuartos oscuros, pero se recuperó cuando descubrió que las ondas, a más frecuencia de baja intensidad (ELF), más peligro a la sensibilidad humana.

Recuerdas que decían que la gente con marcapasos NO puede estar cerca de los microondas? Esa es una razón válida de que es un peligro el abuso de las torres. También recuerdo las noticias en revistas serias sobre los peligros que encierran los celulares, en los ´90. Y nadie parece que le importó. Quién sabe si en los próximos meses, sin que sepamos, dupliquen la dosis de ondas y terminen falleciendo muchas personas con marcapasos o peor.

Suena increíble, pero piense con la cabeza fría y el sentido común.

Perdón lo largo, lamento las molestias ocasionadas, cuando nos podamos comunicar, le daré más información.

Un gran y fuerte abrazo!

Octavio.

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