Escrito por Graciela Gómez Lunes, 26 de Abril de 2010 11:37
El presidente del Concejo Deliberante Eduardo Pugliese de la localidad de Bandera, Santiago del Estero, cree que “no hay oposiciones sino puntos específicos a concordar, por lo que son necesarios los debates”. El debate es entorno a un proyecto para regular agroquímicos. Los tecnicismos que menciona Pugliese son por ejemplo a cuánto de la ciudad debería asignarse las zonas de aplicación, o el control y matriculación de las empresas de fumigación, o quién ejercerá los controles. Por lo visto por tratarse de una localidad en medio de una inmensa franja sojera de unas 280.000 hectáreas cultivables, los silogismos están de moda. Bandera ha crecido en población en muy pocos años al compás de la prosperidad agrícola.La localidad concentra aproximadamente el 70% de la población del Departamento. Será por eso que tiene más pistas de aterrizaje de empresas que se dedican a la fumigación aérea, sobre los mismos límites de la ciudad que médicos en el hospital. La soja y lotes de sembradíos, separan calle de por medio de los barrios periféricos.
En la localidad que Pugliese se empeña en determinar puntos específicos están las delegaciones de SENASA, INTA y de la Agencia de Desarrollo Regional dependiente del Ministerio de la Producción del Gobierno de Santiago del Estero, además de la Sociedad Rural.
En la sesión del día lunes pasado, el concejal Guido Flamenco solicitó la presencia del señor Víctor Krieguer para informar sobre las consecuencias negativas de la aprobación del proyecto y para que todo el cuerpo conozca los pormenores de esta situación y de los vicios u omisiones del proyecto. Un rulo dialéctico.
En la oportunidad, el edil pidió que “se llame a escuchar a los ciudadanos que sufren las consecuencias del manejo de agrotóxicos en la ciudad”. Además sugirió que el Ejecutivo se ponga a trabajar en la elaboración de otro proyecto que incluya a todos los actores.
En tanto, los ediles Natalia Miliani y Mariana Foglia consideraron que “el proyecto no se puede aprobar de manera apresurada ya que implica nada más ni nada menos que la salud y la vida de personas, por lo tanto necesita más tratamiento parlamentario”.
El proyecto rechazado por tercera vez, había sido enviado por el Ejecutivo municipal que pretendía regular el manejo de los agroquímicos dentro y en áreas cercanas a la ciudad.
El intendente Oscar Gorosito, también parece jugar al juego de la buena pipa Mientras afirmó que “tiene más cosas en común que diferencias” con las personas que piden un mayor control al uso de los agroquímicos, aparece acorralado por la Sociedad Rural y las elecciones que se celebrarán en apenas cuatro meses. Las autoridades municipales están entre las más comprometidas en la denuncia de Krieguel, quien se queja por la inacción del municipio para resguardar la salud de la población, fijando un cordón protector alrededor de la zona urbanizada, donde no se permita fumigar.
La fantochada es hacer como que hacen pero no hacer nada. Pugliese destacó: “Hay una gran predisposición para llegar a un acuerdo, tanto de los propietarios de campos, los aplicadores de agroquímicos como de los poderes Ejecutivo y Legislativo”. La ley 6312 provincial restringe la circulación de maquinarias autopropulsadas o de arrastre destinada a la aplicación de plaguicidas dentro del casco urbano y que fuese una de las cuestiones denunciadas. Por su parte el Municipio regula esta situación a través de la Ordenanza Municipal N° 10/05: Equipos de Fumigación Terrestres Autopropulsados o de arrastre. En ese sentido basta un dato para conocer el estado de situación. A la fecha la localidad no cuenta con un registro obligatorio de aplicadores, ni del equipamiento terrestre y/o aéreo. Las razones hay que pedírselas a Gorosito. El señor Víctor Krieguer denuncia las fumigaciones indiscriminadas desde hace once años. Sin respuestas y con indignación expresa: “ Una vez más nuestros burócratas locales han incurrido en un delito difícil de dimensionar .La Sociedad Rural auspiciado por la Municipalidad de Bandera da charlas sobre buenas prácticas, mientras el veneno se mete en nuestras casas, los envenenadores se meten en nuestras escuelas y envenenan la mente de nuestros hijos”.-
Fuente: Asociación Argentina de Periodistas Ambientales (AAPA)-Medio&medio
Video :gonzagrandis
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu opinión!