Exclusivo Agencia Nova
Las fumigaciones se repiten, y la familia Milesi debió proteger de nuevo a su hijo. Críticas a Charly Alberti por la política ambiental.
El intendente de Mercedes, Carlos Selva, está otra vez en la mira de los ambientalistas luego de que el niño Juan Estanislao Milesi tuviera que ser retirado nuevamente de su casa el fin de semana pasado por una nueva fumigación –un caso que fue tratado oportunamente por NOVA-, a lo que se suma la aprobación de otra ordenanza “a libro cerrado” en el Concejo Deliberante sobre "zona libre" para instalar antenas de telefonía.Por estas razones, los vecinos le solicitaron a la abogada Graciela Gómez, patrocinante de la familia Milesi, que presentara con “urgencia” un recurso de amparo en la Justicia.
A fines del año pasado, la Municipalidad de Mercedes recibió la intimación por parte de la familia Milesi, que denunció que su pequeño hijo de cinco años padece leucemia tras ser "bañado con agroquímicos por una avioneta fumigadora en el patio de su casa".
Juan Estanislao Milesi está afectado de leucemia linfoblástica aguda luego de ser bañado por una avioneta fumigadora cuando tenía sólo dos años, en enero de 2010. Fue tratado en el Hospital Garrahan, donde lo sometieron a continuos tratamientos y controles. El caso motivó en su momento al defensor del Pueblo, Carlos Bonicatto, a exigir a los municipios que realicen tareas para la prevención y control de la fumigación con agrotóxicos. Esa intimación también fue presentada ante la Corte Suprema de la Provincia y el Juzgado Nª 1 en lo Contencioso Administrativo de Luján.
Pero el pasado sábado 13 de octubre los hechos volvieron a repetirse. Los padres de Juan Estanislao debieron sacarlo a las corridas del Hotel El Tizón para que no fuera expuesto nuevamente a una fumigación con mosquito que se realizó en el campo lindante a la vivienda.
Se trata de una situación se replica en forma constante desde hace dos años, pese a la Resolución N° 32 /2011 del defensor del Pueblo de la Provincia y a todas las denuncias realizadas por la abogada Graciela Gómez.
En declaraciones a NOVA, la letrada apuntó también a las responsabilidades del gobernador Daniel Scioli porque “no se inmuta en sacar de forma urgente el decreto reformado N° 499/91, que hace ya casi dos años estaría en discusión en una supuesta mesa interdisciplinaria conformada por el ministro de Asuntos Agrarios", Gustavo Arrieta.
“Lo irónico del caso -dijo- es que este ministro fue el que sancionó la ordenanza que prohíbe la fumigación aérea en el partido de Cañuelas pero nada hizo a nivel provincial, permitiendo que toda la Provincia esté expuesta a fumigaciones constantes sobre la cabeza de los habitantes sin inmutarse ningún órgano del gobierno de Scioli”.
El 16 de octubre pasado, con la venia del intendente Selva y con “total arrogancia”, según señalan en el distrito, el Concejo Deliberante aprobó a libro cerrado otra ordenanza, esta vez otorgando “zona liberada” al municipio para la instalación de antenas de telefonía en cualquier lugar de la ciudad, sin ningún respeto por la salud ni la vida de los mercedinos.
En su artículo 4ª, la ordenanza sobre agroquímicos de Mercedes permite fumigar en forma aérea a 300 metros de las casas. Otros distritos como Luján, en tanto, no lo permiten, siguiendo la directiva 2009/128/CE del Parlamento Europeo, que desde 2009 las prohibió por completo.
“No sólo se viola la ley provincial 10.969 de Agroquímicos y su decreto reglamentario –señaló Graciela Gómez-, sino también la ley 25.675 de Medio Ambiente y la Constitución nacional”. Y explicó: “La incongruencia de Carlos Selva es un atentado a la vida que sólo desde la Gobernación pueden parar, ya que la gestión se ha convertido en una alarmante dictadura con una impunidad que da asco en constante confrontación con los medios locales que no son obsecuentes a la gestión“.
Siempre en declaraciones a este portal, la abogada sostuvo que “la Ley Orgánica de Municipalidades 6769/58 expresa en su artículo 25 que para los HCD ‘las ordenanzas deben responder a los conceptos de sanidad, seguridad, protección y conservación’, pero los concejales hacen y deshacen a su libre albedrío con una liviandad repulsiva, siguiendo un código propio y desconociendo toda la legislación existente”.Otras voces
En su artículo 4ª, la ordenanza sobre agroquímicos de Mercedes permite fumigar en forma aérea a 300 metros de las casas. Otros distritos como Luján, en tanto, no lo permiten, siguiendo la directiva 2009/128/CE del Parlamento Europeo, que desde 2009 las prohibió por completo.
“No sólo se viola la ley provincial 10.969 de Agroquímicos y su decreto reglamentario –señaló Graciela Gómez-, sino también la ley 25.675 de Medio Ambiente y la Constitución nacional”. Y explicó: “La incongruencia de Carlos Selva es un atentado a la vida que sólo desde la Gobernación pueden parar, ya que la gestión se ha convertido en una alarmante dictadura con una impunidad que da asco en constante confrontación con los medios locales que no son obsecuentes a la gestión“.
Siempre en declaraciones a este portal, la abogada sostuvo que “la Ley Orgánica de Municipalidades 6769/58 expresa en su artículo 25 que para los HCD ‘las ordenanzas deben responder a los conceptos de sanidad, seguridad, protección y conservación’, pero los concejales hacen y deshacen a su libre albedrío con una liviandad repulsiva, siguiendo un código propio y desconociendo toda la legislación existente”.Otras voces
El periodista Claudio Guevara, de El Cronista de Mercedes, también opinó y manifestó que la ordenanza sobre antenas “no respetó el borrador que los vecinos movilizados habían concensuado con los concejales”. “La ordenanza prohíbe la instalación de torres por debajo de los 12 metros de altura desde el nivel del suelo, y establece un radio de protección equivalente a la altura del mástil en todas las direcciones”.
“Por ejemplo –dijo-, una antena de 18 metros de altura sólo podrá ser emplazada en un sitio que guarde una distancia mínima de 18 metros de todas las propiedades linderas”. ”En el caso de los edificios, la distancia será equivalente a la altura de la torre medida desde la base de asentamiento o el techo, por lo que el radio de protección son escasos metros hacia las propiedades linderas. No sólo es contradictoria, sino que omite regular los riesgos a la salud que esto podría provocar”, subrayó.
Entre las consecuencias que esta ordenanza va a provocar están los enfrentamientos entre los propietarios que se nieguen y quienes estén a favor. Peor aún, la normativa quitará derecho de decisión a aquellos que estén a poco más de 20 metros, pero serán obligados a convivir con la antena en la misma manzana, o cruzando la calle. Ni siquiera se diferencia entre tipos de ondas, porque no es lo mismo un mástil de telefonía móvil que un enlace de radiofrecuencia de baja potencia, según explican los expertos.
“Por ejemplo –dijo-, una antena de 18 metros de altura sólo podrá ser emplazada en un sitio que guarde una distancia mínima de 18 metros de todas las propiedades linderas”. ”En el caso de los edificios, la distancia será equivalente a la altura de la torre medida desde la base de asentamiento o el techo, por lo que el radio de protección son escasos metros hacia las propiedades linderas. No sólo es contradictoria, sino que omite regular los riesgos a la salud que esto podría provocar”, subrayó.
Entre las consecuencias que esta ordenanza va a provocar están los enfrentamientos entre los propietarios que se nieguen y quienes estén a favor. Peor aún, la normativa quitará derecho de decisión a aquellos que estén a poco más de 20 metros, pero serán obligados a convivir con la antena en la misma manzana, o cruzando la calle. Ni siquiera se diferencia entre tipos de ondas, porque no es lo mismo un mástil de telefonía móvil que un enlace de radiofrecuencia de baja potencia, según explican los expertos.
Guevara observó que “los concejales se excusaron de discutir con científicos alegando que el equipamiento para medir el nivel de polución electromagnética es de altísimo costo, pero los vecinos sí poseen equipo propio: un analizador de altas frecuencias, que permite medir en microvoltios por metro cuadrado el nivel de radiación proveniente de telefonía celular, wi-fi y otras fuentes de microondas”.
El “equipamiento de alto costo” fue traído de Alemania y costó algo más de 300 euros. Frente a las cámaras de TV, que siguieron las mediciones, se demostraron altísimos niveles de radiación en la zona céntrica, con picos que superan los dos mil microvoltios por metro cuadrado en la vía pública, oscilando la mayor parte del tiempo entre 300 y 1200.
DetallesLa “zona caliente” de Mercedes consiste en las calles céntricas, sobre todo alrededor de 25 y 20, donde en un margen de 100 metros hay instaladas dos antenas de telefonía, y en la zona de Plaza San Martín, otras dos antenas de Telecom de 28 y 27 y el Wi-Fi público. “Mientras, la torre instalada sobre el local de la Liga de Padres de Familia registra niveles fluctuantes de entre 300 y 500 microvoltios/m2”, manifestó Guevara, que conoce del tema como pocos.
Su investigación lo llevó a consultar incluso al Instituto Alemán de la Bioconstrucción, que considera “no alarmante” una radiación de entre 0 y 10 microvoltios/m2 en viviendas. Entre 10 y 1000 es “alarmante”, y más de 1000 es “extremadamente alarmante”.
Un teléfono celular, cuando está transmitiendo (sea voz o mensajes) crea un entorno de entre 500 y 2000 microvoltios/m2, dependiendo del modelo. La existencia de este nivel de contaminación en la zona céntrica equivale, para quienes viven o trabajan allí, a tener un teléfono emitiendo en el oído todo el tiempo.
La abogada Graciela Gómez mantiene una constante puja epistolar con el municipio de Mercedes, que se vio obligado a sancionar la ordenanza 6998/11 el 12 de septiembre de 2011, aprobada también sobre tablas por unanimidad y promulgada cuatro días después por el decreto N° 649.
“La participación ciudadana es nula, las ordenanzas se aprueban a libro cerrado y es por ello que luego nos encontramos con las sorpresas disparatadas del Concejo Deliberante y del intendente, que hace y deshace la legislación provincial a su antojo, violando la Constitución Nacional y toda la normativa sobre medio ambiente”, manifestó Gómez.
“El único culpable de estos dislates de Carlos Selva es el gobierno de Scioli, la Secretaría de Derechos y Garantías está pintada al igual que el Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS) -enfatizó-. El medio ambiente en Buenos Aires lo maneja el baterista Charly Alberti, ex Soda Stereo”.
Sin privarse de críticas para el asesor ambiental de Scioli, Gómez dijo que el músico “anuncia las disparatadas ordenanzas de los municipios con las baquetas, acompañado por un metrónomo que no le funciona”.
La letrada volverá a llamar Carlos Bonicatto, con quien intenta comunicarse desde este martes, para ponerlo al tanto de “las absurdas redacciones que los secuaces de Selva aprueban por unanimidad, aunque cuando se trata de temas importantes nunca hay quórum”.
El “equipamiento de alto costo” fue traído de Alemania y costó algo más de 300 euros. Frente a las cámaras de TV, que siguieron las mediciones, se demostraron altísimos niveles de radiación en la zona céntrica, con picos que superan los dos mil microvoltios por metro cuadrado en la vía pública, oscilando la mayor parte del tiempo entre 300 y 1200.
DetallesLa “zona caliente” de Mercedes consiste en las calles céntricas, sobre todo alrededor de 25 y 20, donde en un margen de 100 metros hay instaladas dos antenas de telefonía, y en la zona de Plaza San Martín, otras dos antenas de Telecom de 28 y 27 y el Wi-Fi público. “Mientras, la torre instalada sobre el local de la Liga de Padres de Familia registra niveles fluctuantes de entre 300 y 500 microvoltios/m2”, manifestó Guevara, que conoce del tema como pocos.
Su investigación lo llevó a consultar incluso al Instituto Alemán de la Bioconstrucción, que considera “no alarmante” una radiación de entre 0 y 10 microvoltios/m2 en viviendas. Entre 10 y 1000 es “alarmante”, y más de 1000 es “extremadamente alarmante”.
Un teléfono celular, cuando está transmitiendo (sea voz o mensajes) crea un entorno de entre 500 y 2000 microvoltios/m2, dependiendo del modelo. La existencia de este nivel de contaminación en la zona céntrica equivale, para quienes viven o trabajan allí, a tener un teléfono emitiendo en el oído todo el tiempo.
La abogada Graciela Gómez mantiene una constante puja epistolar con el municipio de Mercedes, que se vio obligado a sancionar la ordenanza 6998/11 el 12 de septiembre de 2011, aprobada también sobre tablas por unanimidad y promulgada cuatro días después por el decreto N° 649.
“La participación ciudadana es nula, las ordenanzas se aprueban a libro cerrado y es por ello que luego nos encontramos con las sorpresas disparatadas del Concejo Deliberante y del intendente, que hace y deshace la legislación provincial a su antojo, violando la Constitución Nacional y toda la normativa sobre medio ambiente”, manifestó Gómez.
“El único culpable de estos dislates de Carlos Selva es el gobierno de Scioli, la Secretaría de Derechos y Garantías está pintada al igual que el Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS) -enfatizó-. El medio ambiente en Buenos Aires lo maneja el baterista Charly Alberti, ex Soda Stereo”.
Sin privarse de críticas para el asesor ambiental de Scioli, Gómez dijo que el músico “anuncia las disparatadas ordenanzas de los municipios con las baquetas, acompañado por un metrónomo que no le funciona”.
La letrada volverá a llamar Carlos Bonicatto, con quien intenta comunicarse desde este martes, para ponerlo al tanto de “las absurdas redacciones que los secuaces de Selva aprueban por unanimidad, aunque cuando se trata de temas importantes nunca hay quórum”.
Fuente Agencia Nova
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