Por La Nueva Provincia
Contra sus intereses económicos y en favor de la salud de los vecinos, el establecimiento rural Silenka anunció que dejará de fumigar en unas 200 hectáreas contiguas a la localidad. La ONG destacó el gesto y pidió a los ediles de Tornquist que avancen en la regulación del uso de agroquímicos.
SIERRA DE LA VENTANA - En un hecho que no tiene antecedentes en la región, un establecimiento agropecuario lindante con el ejido urbano de esta localidad anunció que creará su propia zona de resguardo ambiental, dentro de la cual no aplicará agroquímicos que puedan contaminar a la población.
La decisión fue tomada por los propietarios del establecimiento agropecuario Silenka, y comunicada en forma oficial por el encargado del emprendimiento, Juan Marín, a la ONG Ambiente Comarca, entidad que desde hace aproximadamente un año viene promoviendo que el Concejo Deliberante de Tornquist regule la fumigación en el distrito.
El área libre de agroquímicos es una franja de terreno de unos 500 metros de ancho y aproximadamente 4 kilómetros de largo; es decir, unas 200 hectáreas de superficie, íntegramente ubicadas dentro de los límites de la estancia Silenka.
"Esta decisión de la empresa nos puso muy contentos --reconoció ayer Gabriel Molinero, referente de la ONG Ambiente Comarca. Fundamentalmente, porque se trata de un privado creando una zona de resguardo ambiental, algo que, según algunos ediles de Tornquist, no es necesario".
"Esto sienta un precedente muy importante, sobre todo para quienes hace un año que venimos pidiéndole a los concejales de Tornquist que regulen la fumigación con agroquímicos. Si un privado, en contra de sus intereses económicos y comerciales, toma este tipo de decisión en favor de las personas y el medio ambiente, ¿por qué no pueden hacer lo mismo quienes votamos para que nos gobiernen?", añadió.
Molinero indicó que el contacto con el administrador del establecimiento rural, Juan Marín, surgió luego de una conferencia que brindó en Sierra de la Ventana la abogada Graciela Gómez, especialista en leyes que regulan el uso de agroquímicos.
"Un día después de esa charla, (Marín) llamó a Hugo Kloster, el presidente de nuestra ONG, y nos invitó al campo. Allí nos anunció que el establecimiento Silenka había delimitado una zona de resguardo ambiental en la cual se dejará de hacer agricultura con agroquímicos y empezará a hacer pasturas", recordó.
"También hicimos algunas sugerencias en cuanto al protocolo de aplicación de agroquímicos fuera de esa área, y se comprometieron a seguir nuestras indicaciones. Realmente, fue algo muy positivo, tomando en cuenta que los vientos predominantes de esta zona vienen desde el noroeste, donde se encuentra el campo en relación con Sierra de la Ventana", añadió.
Gabriel Molinero dijo que la novedad fue comunicada a los ediles mediante correos electrónicos.
ONG Ambiente Comarca emitió ayer un comunicado en el que resaltó que "esta decisión privada aporta un antecedente importante para el cuidado de la salud de las personas y la calidad del medio ambiente".
En el documento se manifestó el deseo de que la medida "sea imitada por otros establecimientos y/o productores rurales, y sirva de referencia a nuestro Concejo Deliberante para la elaboración definitiva de la ordenanza regulatoria del uso de agroquímicos".
El debate sobre la fumigación con agroquímicos se inició en Tornquist hace más de un año, a raíz de un incidente provocado por una persona que precisamente arrendaba y fumigaba tierras del establecimiento Silenka. En esa oportunidad, vecinos de los barrios San Bernardo y El Mirador sufrieron severas molestias respiratorias.
Ello provocó la intervención del Concejo Deliberante, con la finalidad de regular la aplicación de agroquímicos. En ese marco, surgió una fuerte polémica sobre la distancia mínima que debe existir entre las zonas pobladas y aquellas en que se puede fumigar, la cual aún no ha podido ser resuelta.
De un lado se encuentran quienes, como la ONG Ambiente Comarca, creen que esa distancia no debe ser inferior a 1.000 metros; del otro lado se encuentran los aplicadores, quienes sostienen que la única forma de resguardar a la población es controlar a los malos fumigadores.
Unas 200 hectáreas
El área definida como zona de seguridad ambiental por la estancia Silenka --donde no se realizará agricultura con fumigación de agroquímicos-- es una franja de tierras de medio kilómetro de ancho, que va desde el dique del arroyo San Bernardo, recorre el límite del ejido urbano de Sierra de la Ventana en forma paralela al Camino de las Carretas, sigue por la ruta 76 y finalmente llega hasta el camino rural conocido como Del Puente Blanco, que conduce a Coronel Pringles.
Fuente: Diario La Nueva Provincia -Bahía Blanca
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