Lunes, 30 de Agosto de 2010 12:11
La nota donde se expresa que en los Estados Unidos ratifican el uso del herbicida glifosato, por parte de la Agencia de Protección Ambiental, es un fiasco.
La corresponsal del diario La Nación dice que la Agencia ubica al herbicida en la categoría más baja de toxicidad. Sin embargo ni en la página oficial de la EPA, ni en la nota “las autoridades que destacaron que el herbicida glifosato cuenta con las autorizaciones correspondientes para su venta y su uso, e informaron que lo catalogan como "ligeramente tóxico", son visibles.
Además, recordaron que en la agricultura norteamericana se consumen no menos de 65.000 toneladas anuales del producto.
Esta declaración fue formulada ante una consulta de LA NACION a raíz de que en la Argentina algunos científicos del Conicet plantearon objeciones al glifosato.
Mientras los investigadores locales aseguran que el glifosato produce malformaciones en embriones anfibios y advierten sobre los peligros de la exposición, un vocero no identificado señala lo contario.
La investigación argentina a la que el ministro Lino Barañao atacó con el guiño indisimulado de no se sabe quién, fue difundida por la Chemical Research in Toxicology , la reconocida revista de la Asociación Química de los Estadios Unidos (American Chemical Society, ACS), lo que se interpretó como un nuevo impulso a su posición.
Según el textual de la nota del diario “Al contrario, no sólo la autorización sigue en pie, sino que, a diferencia de lo que afirman los técnicos argentinos, aquí se considera al glifosato como ligeramente tóxico”, en el caso de que se lo consuma, se lo inhale o que entre en contacto con la piel, podríamos decir que estamos frente a una cafiaspirina o un tecito.
Según la famosa fuente la próxima evaluación de la EPA estará lista para 2014 y se realizará en colaboración con el organismo similar de control de medio ambiente de Canadá (PMRA).
La nota en cuestión además estuvo acompañada de la publicidad de dos reconocidos actores del sector Dekalb y de Sygenta.
Esta corresponsal que parece haberse aburrido de los shopings decidió que Washington podría tener ese “no sé qué” que no encuentra en el los países de habla hispana. Como todavía se está aclimatando a los vaivenes yankees , no debe conocer el Centro Nacional para la Información de Biotecnología (NCBI) que es parte de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (National Library of Medicine) ,una rama de los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health o NIH). Démosle la brújula para que pueda llegarse una escapadita a Bethesda, Maryland y conozca ése lugar que es una importante fuente de información de biología molecular, pero no es fuente de pasquines .Ya vimos sus resultados: -nadie le creyó.
Seamos generosos y démosle una ayudita extra. Aconsejamos lápiz y papel porque la lucidez del escrito me hace dudar de la rapidez manual de la autora para una notebook. Como el público ya conoce de memoria los estudios internacionales más nombrados, vamos a citar otros para no caer en el aburrimiento que nos sumió la nota que nada agrega ni nada quita, pero oscurece.
El sitio recomendado que publica el estudio argentino del Conicet también publica otros muy interesantes, a saber:
En junio de 1991, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) clasificó al glifosato como un compuesto clase E (de acuerdo a la EPA, hay cinco categorías de carcinogenicidad), lo que significa que probablemente no es carcinogénico en seres humanos. Por desgracia, el estudio realizado por oncólogos de Suecia en 2001 demostró que el glifosato sí puede producir cáncer al sistema linfático. Los resultados del estudio sueco han cambiado la opinión sobre la "seguridad" de este herbicida. La investigación ¿El glifosato es un pesticida no tóxico? fue realizado por el Departamento de Biología y Ambiental de la Universidad de Lodz, Polonia.
Otro estudio del 2007 realizado por científico de la Corporación Universitaria Rafael Núñez, Cartagena, Colombia “La citotoxicidad del herbicida glifosato en células mononucleares de sangre periférica humana” ( Martínez A, Reyes I, Reyes N.) muestran que las formulaciones comerciales de glifosato son más tóxicas que el componente activo en sí.
Células humanas mononucleares sanguíneas periféricas fueron expuestas a diferentes concentraciones de glifosato, ya sea grado técnico o en forma de Roundup durante 24 , 48 , 72 y 96 horas. La citotoxicidad se determinó mediante el método del azul tripán (es un coloide que se introduce en el interior de las células que presentan roturas en la membrana) y la determinación del daño celular con el reactivo de XTT.
Este estudio in vitro confirman el efecto tóxico para las células humanas por el glifosato y sus formulaciones comerciales son más citotóxicos que el componente activo por separado, el apoyo a la idea de que los aditivos en las formulaciones comerciales juegan un papel crucial en la toxicidad atribuida a los herbicidas a base de glifosato.
Otras ranitas australianas, para dejar tranquilas a las del Conicet que ya bastante tienen que soportar a Barañao, en 1999 demostraron que las pequeñas diferencias en la sensibilidad al glifosato fueron evidentes. Algunas especies de renacuajos muestran una mayor sensibilidad que otras dice la investigación de la Escuela de Biología Ambiental de la Universidad Curtin de Tecnología, pero prueba su toxicidad . El trabajo lleva el título “La toxicidad de las formulaciones de glifosato en cuatro especies de ranas australianas”
La publicidad de Monsanto ha llevado al público a creer que el Roundup es más bueno que Lassie. Nunca reconocen que los estudios utilizados para el registro inicial RoundUp fueron fraudulentas. Tampoco dicen que un Fiscal General de Nueva York obligó a Monsanto a pagar al estado de Nueva York 250 mil dólares por su publicidad mentirosa del herbicida. La empresa viola el acuerdo dentro de Nueva York , y un segundo acuerdo fue negociado. Algo que muchos fiscales argentinos deberían tener en cuenta, al menos para salvar el decoro de algunos jueces distraídos que no sabemos qué hacen con las denuncias de fumigaciones.
La provincia de San Luis también figura en la base tan numerosa que ésta corresponsal desconoce. Por ejemplo el trabajo “Efecto del herbicida glifosato sobre la actividad enzimática en ratas embarazadas y sus fetos”.-Para evitar el riesgo para la salud de las sustancias químicas del medio ambiente, en particular para la progenie, se han estudiado los efectos del herbicida glifosato en varias enzimas de ratas embarazadas. El tratamiento se administró durante los 21 días de gestación, con una semana como período de aclimatación. Los resultados sugieren que la exposición materna a los agroquímicos durante el embarazo induce una variedad de anormalidades funcionales en la actividad específica de las enzimas en los órganos estudiados de las ratas embarazadas y sus fetos.
Así que desde el año 2001 la Cátedra de Bioquímica Biológica Molecular de la Facultad de Química, Farmacia y Bioquímica de la Universidad Nacional de San Luis, Argentina.(Daruich J, Zirulnik M, MS Giménez) ya venía estudiando el tema.
Es una de las investigaciones que tampoco fue citada en ninguna de las 133 hojas del informe de la Consejo Científico Interdisciplinario elaborado en julio del año pasado para la Comisión Nacional de Investigación sobre Agroquímicos, Decreto 21/2009.
Por citar solo algunos otros ejemplos, se ha demostrado que el RoundUp causa irritación de la mucosa oral y el tracto gastrointestinal, disfunción pulmonar, oliguria, acidosis metabólica, hipotensión, leucocitosis y fiebre. En ésta investigación participó una toxicóloga de Monsanto, Rebecca Tominack. (Tominack RL, GY Yang, Tsai WJ, HM Chung, Deng JF, 1991. Taiwan Centro Nacional de Intoxicaciones encuesta de ingestiones herbicida glifosato tensioactivos. J Toxicol Clin Toxicol 1991, 29 (1): 91-109) .
Lo que desconocemos es qué si ésta toxicóloga sigue perteneciendo a la empresa después de semejante conclusión.
Monsanto también afirma que el glifosato no es un inhibidor de la colinesterasa. Sin embargo, el glifosato es un organofosforado y los "efectos tóxicos de los organofosforados se basan en la inhibición irreversible de la acetilcolinesterasa (AChE) y serina hidrolasas "
(C Viragh, IM Kovach, L Pannell, 1999. Pequeños Productos moleculares de la Desalquilación en somán-inhibido acetilcolinesterasa anguila eléctrica. American Chemical Society, 11 de junio de 1999.)
En 1988, Sawada Yusuke, et al. hizo un estudio en el que llegaron a la conclusión de que el surfactante en el Roundup (POEA) es más tóxico que el ingrediente principal de RoundUp, glifosato. Un estudio realizado por Servizi et al en 1987 encontró que el POEA es de dos a tres veces más tóxico que el glifosato, y que la sinergia de los dos ingredientes pueden ser incluso más tóxicos que los dos ingredientes juntos.
La respuesta a si en la formulación del RoundUp es un inhibidor de la colinesterasa sólo puede ser determinado observando la evidencia anecdótica. Muchos médicos, sin embargo, basados en la publicidad de Monsanto que el glifosato no es un inhibidor de la colinesterasa, se niegan a ésta prueba en las víctimas de envenenamiento por RoundUp , por lo que evidencia no es fácilmente disponible.
(Sawada Y, Y Nagai, Ueyama M, Yamamoto I, 1988. Toxicidad previsto del agente tensioactivo en los herbicidas que contienen glifosato comercial. Lancet. 1988 6 de febrero, 1 (8580): 299.)
Un área que aún no se ha explorado es el impacto del proceso de degradación del glifosato en el ciclo de la serina (uno de los veinte aminoácidos naturales más comunes en la tierra). El ciclo de la serina juega un papel importante en la inhibición de la colinesterasa en los seres humanos. De la investigación disponible, es fácil concluir que, mientras que el glifosato en sí mismo no podría ser técnicamente anticolinérgicos, los productos de degradación del glifosato podrían muy bien ser los inhibidores de la colinesterasa.
En un estudio publicado en la Journal of Environmental Health Science en enero de 2001, (El-Demerdash, Yousef, y Elagamy IE) del Departamento de Estudios Ambientales, Instituto de Estudios de Posgrado e Investigación, Universidad de Alejandría, Egipto informó de que la toxicidad del glifosato quedó demostrada en las siguientes enzimas humanas vitales: la acetilcolinesterasa sérica (AChE), lactato deshidrogenasa (LDH), aspartato aminotransferasa (AST), alanina aminotransferasa (ALT) y fosfatasa alcalina (ALP).
En comparación con el paraquat, el glifosato resultó ser más tóxico para esas encimas lo que demuestra que el glifosato es de hecho un inhibidor de la colinesterasa, pese a las afirmaciones de Monsanto.
Y para concluir señora corresponsal, le dejo una listita de Inhibidores de Colinesterasa:
El veneno de la serpiente, el gas zarín, el Metomil (insecticida a base carbamatos usado para el control de plagas en hortalizas), los glucoalcaloides , los plaguicidas de Síntesis de Naturaleza Fosfática entre otros.
¿Qué efectos causan? excesiva salivación y ojos llorosos en bajas dosis, seguido por espasmos musculares y finalmente muerte.
Será por eso que los transgénicos son rechazados en la Unión Europea, que en Canadá hay un Proyecto de ley llamado C-474, que podría decidir el futuro de los cultivos transgénicos, y que Europa encontró restos de plaguicidas en las lluvias , y que Suecia cree que distintos tipos de cánceres comunes pueden ser causados por los pesticidas.
Estos informes ayudan a explicar por qué los políticos de allí tienen tanto interés en imponer impuesto sobre el uso de pesticidas, que sería un impuesto popular con la aprobación de una gran mayoría del público.¿No le parece?
Fuente: Asociación Argentina de Periodistas Ambientales (AAPA)-Medio&medio
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