Martes 17 de mayo de 2011
Especial para Ecos de Romang
Fabián Tomasi participó de la audiencia organizada por Comisión de Tierras de Diputados sobre el proyecto de ley que prohíbe las pulverizaciones aéreas y limita las terrestres. El aeroaplicador , afectado por los agrotóxicos, reclamó a los Diputados actúen "mirando la realidad" y el "futuro", "porque a los pocos que estamos en esto, no nos cabe duda de que, ahora nos tocó a nosotros, pero ustedes, y su descendencia están en la lista de víctimas".
Este es el resumen enviado a los medios que leyó Fabian Tomasi en la Cámara de Diputados en la charla que brindó el Dr Andrés Carrasco quien brindó su apoyo al proyecto del Diputado Hector de la Fuente (DEE)
El proyecto de ley ,iniciativa del diputado busca evitar el impacto que tiene el uso de agroquímicos sobre la salud de la población, comprobada por científicos del Conicet. Así, prohíbe la aplicación aérea de productos, químicos o biológicos, destinados al uso agropecuario en el control de insectos, ácaros, hongos o plantas silvestres, de interés agrícola y/o forestal, cualquiera sea el producto activo o formulado así como su dosis.Además, la aplicación terrestre deberá hacerse dentro de un radio de 1.000 metros a partir del límite de las plantas urbanas y periurbanas en todo el territorio provincial.
-“Agradezco estar aquí, agradezco que “alguien” me haya invitado, para poder decir lo que tengo para decir.
Pero al mismo tiempo, por la dolorosa experiencia que he ido recogiendo, no puedo dejar de preguntarme:
¿De verdad alguien quiere enterarse de lo que está pasando? ¿Enterarse de que ese negocio que reporta y reparte miles de millones de dólares, al mismo tiempo está provocando daños irreparables en todo lo que toca..?
Mi experiencia me dice que no. Que en general, hablar de estos temas, en serio, es predicar en el desierto.
Que el negocio es demasiado grande como para tocarlo.....!!!
Que demasiada gente importante piensa que está bien que la vida se sacrifique a los negocios. O que, simplemente está resignada a que así son las cosas.
Y entonces...siendo las cosas así, ¿qué puedo decirles?”, expresó Fabian Tomasi. El basavilbasense participó en la Cámara de Diputados de Entre Ríos durante el debate sobre el proyecto de ley que prohíbe las pulverizaciones aéreas y limita las terrestres.
“La soja transgenica resistente al glifosato ya debe estar por cumplir 15 años en el pais Está llegando a las veinte millones de has y se la está llevando adonde parecia que no podía llegar nunca, a la patagonia.
Y no es solo la soja, por supuesto. Es la agricultura (es el maiz, es el arroz). Masas de veneno y de cambios geneticos que no se sabe que son lanzados sobre nosotros sin consideracion alguna. Sin preguntarnos.
Los montes entrerrianos en retirada, los rios y arroyos envenenados. Las islas tomadas para el ganado o para la propia siembra de soja.
¡Soja hasta en las macetas!, como dijo un ministro.
Y a este atropello que cualquiera con un poco de sensibilidad vive con dolor y furia, ¿qué se le ha opuesto sino un montón de palabras huecas, de preoyectos sin concrecion...año tras año, sin que ni un solo paso se haya dado jamás en la direccion contraria?”
En Basavilbaso el hospital “linda exactamente con un sojal, como la escuela que visitó hace poco el Gobernador (Sergio Urriabrri) en Libaros, la Cooperativa, situada en el medio del pueblo, llena de venenos, los mosquitos transitando y siendo lavados en el pueblo, los aviones...”. “¿Qué no se puede decir de lo que hace la aeroaplicación? ¿Es tan difícil ver eso con los propios ojos? ¿Se necesita asesoramiento?”
Si la Comisión que se formó en la legislatura para estudiar el tema tiene intenciones diferentes a las anteriores y si realmente quieren saber, “les propongo que me citen con tiempo y que pongan delante de mí al más experimentado de los Ingenieros Agrónomos que conozcan, y que nos permitan debatir acerca de eso que llaman las buenas prácticas agrícolas, o de la sustentabilidad.
Que me expliquen ellos a mí como se hacen las cosas.
Y que el resultado de ese debate se difunda a otros cuerpos legislativos que tengan que decidir.
Y a la población.
Y entonces la gente va a poder enterarse de la verdad de como es trabajar en el campo. Con venenos uno peor que otro y en las condiciones más precarias. Lo que significa para los trabajadores y para la gente en general.
Y miren que no estoy hablando de debatir con los aeroaplicadores, porque si bien la aplicación aérea es una acto criminal que se nos impone como si fuese el bombardeo militar de un ejército enemigo sobre la población indefensa, también están:
A) una presencia de venenos que no tiene que ver con la aeroaplicación, como los inoculantes para semillas, los fertilizantes, los cebos tóxicos, la fosfina en silos y camiones, los envases enterrados por miles y por millones, o que la gente usa para el agua, o que se reciclan sin lavar se los lleva cualquiera, en fin, toda una cadena toxica que va desde la semilla al barco.
B) toda la cadena de complicidades necesarias, que es muy extensa y abarca prácticamente a todos los sectores, empezando por el estado, que destina apenas un puñadito de inspectores, la universidad, enseñando que todo esto es sustentable. Me gustaría que algún profesor de la UNER se acercara a debatir sobre la sustentabilidad
O por ejemplo, la mayoría de los médicos callándose la boca y abandonando a las víctimas. Yo se bien de qué hablo. (la única ayuda que recibí en la soledad de mi sufrimiento, fue de afuera del Sistema de Salud. Y por eso estoy vivo)
Y quiero mencionarles especialmente, porque ellos han hecho un juramento de defensa de la salud de sus pacientes y son, en cambio, en su mayoría, profesionales del ocultamiento”.
Finalmente Tomasi dirigiéndose a los legisladores concluyó su relato con éstas palabras:
“Por esta vez actúen mirando la realidad y mirando el futuro. Porque a los pocos que estamos en esto, no nos cabe duda de que, ahora nos tocó a nosotros, pero ustedes, y su descendencia están en la lista de victimas”.
Fuente: Fabian Tomasi,Basavilbaso, Entre Ríos
Fotos: Entrevista para "La Liga" Telefé y uno de sus brazos afectado.
Los montes entrerrianos en retirada, los rios y arroyos envenenados. Las islas tomadas para el ganado o para la propia siembra de soja.
¡Soja hasta en las macetas!, como dijo un ministro.
Y a este atropello que cualquiera con un poco de sensibilidad vive con dolor y furia, ¿qué se le ha opuesto sino un montón de palabras huecas, de preoyectos sin concrecion...año tras año, sin que ni un solo paso se haya dado jamás en la direccion contraria?”
En Basavilbaso el hospital “linda exactamente con un sojal, como la escuela que visitó hace poco el Gobernador (Sergio Urriabrri) en Libaros, la Cooperativa, situada en el medio del pueblo, llena de venenos, los mosquitos transitando y siendo lavados en el pueblo, los aviones...”. “¿Qué no se puede decir de lo que hace la aeroaplicación? ¿Es tan difícil ver eso con los propios ojos? ¿Se necesita asesoramiento?”
Si la Comisión que se formó en la legislatura para estudiar el tema tiene intenciones diferentes a las anteriores y si realmente quieren saber, “les propongo que me citen con tiempo y que pongan delante de mí al más experimentado de los Ingenieros Agrónomos que conozcan, y que nos permitan debatir acerca de eso que llaman las buenas prácticas agrícolas, o de la sustentabilidad.
Que me expliquen ellos a mí como se hacen las cosas.
Y que el resultado de ese debate se difunda a otros cuerpos legislativos que tengan que decidir.
Y a la población.
Y entonces la gente va a poder enterarse de la verdad de como es trabajar en el campo. Con venenos uno peor que otro y en las condiciones más precarias. Lo que significa para los trabajadores y para la gente en general.
Y miren que no estoy hablando de debatir con los aeroaplicadores, porque si bien la aplicación aérea es una acto criminal que se nos impone como si fuese el bombardeo militar de un ejército enemigo sobre la población indefensa, también están:
A) una presencia de venenos que no tiene que ver con la aeroaplicación, como los inoculantes para semillas, los fertilizantes, los cebos tóxicos, la fosfina en silos y camiones, los envases enterrados por miles y por millones, o que la gente usa para el agua, o que se reciclan sin lavar se los lleva cualquiera, en fin, toda una cadena toxica que va desde la semilla al barco.
B) toda la cadena de complicidades necesarias, que es muy extensa y abarca prácticamente a todos los sectores, empezando por el estado, que destina apenas un puñadito de inspectores, la universidad, enseñando que todo esto es sustentable. Me gustaría que algún profesor de la UNER se acercara a debatir sobre la sustentabilidad
O por ejemplo, la mayoría de los médicos callándose la boca y abandonando a las víctimas. Yo se bien de qué hablo. (la única ayuda que recibí en la soledad de mi sufrimiento, fue de afuera del Sistema de Salud. Y por eso estoy vivo)
Y quiero mencionarles especialmente, porque ellos han hecho un juramento de defensa de la salud de sus pacientes y son, en cambio, en su mayoría, profesionales del ocultamiento”.
Finalmente Tomasi dirigiéndose a los legisladores concluyó su relato con éstas palabras:
“Por esta vez actúen mirando la realidad y mirando el futuro. Porque a los pocos que estamos en esto, no nos cabe duda de que, ahora nos tocó a nosotros, pero ustedes, y su descendencia están en la lista de victimas”.
Fuente: Fabian Tomasi,Basavilbaso, Entre Ríos
Fotos: Entrevista para "La Liga" Telefé y uno de sus brazos afectado.
1 comentario:
como estas? su espacio online es muy hermoso,esto es la tercera vez que hay visitado su pagina, muy informativo!
Adios
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