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lunes, 16 de diciembre de 2013

Fuertes críticas desde el ambientalismo al decano de Agronomía de la UBA: "Es la nada"

Lunes 16 de diciembre de 2013


Por Nova

Al rojo vivo :  “Es la nada para mí”. La abogada ambientalista Graciela Gómez le contestó así al decano de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), Rodolfo Golluscio, a través de un correo electrónico que circuló por todos los organismos agrarios y redacciones el día jueves.
La polémica se registró después de las declaraciones periodísticas de Golluscio para defenderse de los dichos de la letrada, que acusó de “genocidas” a los ingenieros agrónomos. "No aceptamos que nos tilden de delincuentes ambientales", señaló el académico.

Enemiga de los agrotóxicos y sus defensores, Gómez había manifestado en una conferencia de octubre pasado que “cierren todas las universidades agrarias” porque “el pueblo no puede seguir pagando estudios gratuitos a futuros genocidas”. “Estamos hartos de solventar parásitos del Conicet y de Universidades casadas con los extractivistas”, cuestionó.

La primera facultad en emitir un comunicado fue la Universidad Nacional de Córdoba, que cosechó la solidaridad de algunos colegios de ingenieros agrónomos y acopiadores se solidarizaron. También, desde la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU) de Entre Ríos se manifestó la decana María del Carmen Blázquez, que manifestó sobre Gómez: "No podemos callar y dejar que esta persona insulte libremente, enarbolando una falsa bandera de ambientalista”.“Esperamos que todas las facultades de nuestro país se manifiesten", reclamó, a lo que la abogada le recomendó "volver estudiar fisiología vegetal para entender de qué estoy hablando y baje la bandera de jueza resentida, fabulando e injuriando sobre alguien que no conoce".

Desde Capital Federal, en tanto, el Consejo Directivo de la Facultad de Agronomía de la UBA aprobó una resolución que enfrenta los mensajes públicos y deja firmemente establecido que en la FAUBA se enseñan las buenas prácticas en producción agropecuaria y se condenan todo tipo de malas prácticas. Golluscio pidió un debate con "datos concretos y fundamentos científicos, no sobre la base de prejuicios y slogans"

Duelo

Pero la abogada Gómez le salió al cruce y, en un correo personal, le espetó al decano que "sólo demuestra cómo se dan por aludidos por la endeblez de lo que repiten hace 17 años, queriendo atarlo con alambre. Es tal la inconsistencia de su relato que habla de slogan como si la vida fuera una competencia de quién sobrevive más al Auswitch a cielo abierto que ustedes provocaron, defienden y adiestran con la carrera de agronegocios".
"No son mis dichos, que ratifico, lo que los tiene nerviosos –desafió-, sino que les molesta en demasía no saber el contenido del sobre que le entregué al Santo Padre", agregó, la letrada, en referencia a la audiencia que mantuvo con el Papa Francisco el 16 de octubre pasado en el Vaticano, donde le entregó un dossier sobre enfermedades ambientales, denuncias, estudios científicos y fotos de los afectados que patrocina en su estudio jurídico.

En el mensaje al decano Golluscio, Gómez manifestó, en referencia a una nota de su autoría, que "el modelo que defienden está agotado, es el agroburrice, la ignorancia, la estupidez del agro. Se lo repetí en la Universidad de Belgrano a finales de octubre pasado, ante todo el V Foro Internacional de Medio Ambiente, en mi disertación", recordó.

Molesto por estos dichos, el decano de la FAUBA se acordó de la abogada hasta en la entrega de diplomas de los egresados 2013. Allí alertó que que "estamos siendo acusados permanentemente y eso es mentira, entonces salimos a hablar, y queremos que ustedes también se animen. (...) La Facultad transmite la aplicación de las buenas prácticas en sistemas agropecuarios y forestales. Nosotros no sólo queremos que ustedes las apliquen, sino que también denuncien su mala ejecución”.

El vicedecano Eduardo Pagano, por su parte, también se defendió y afirmó que “la imagen de la profesión en estos momentos corre peligro. Hoy los ingenieros particularmente tienen la tarea de revalorizar la profesión".
Enterada, Gómez contestó con otro desafió: "Que una mujer haya logrado que todas las casas de estudios agrarios del país se ocupen de sus dichos, no es cosa menor. Tampoco es menor que mis denuncias estén en el Parlamento Europeo, en Italia, que puede ser sede del Tribunal Internacional de Medio Ambiente, en el Parlamento de Navarra, y que obligaron al Senasa a cambiar la resolución 350 por mi denuncia ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)".

"Les mueve el avispero, los hace salir a responder con absurdos y sin fundamentos, apoyando este mamarracho presentado por un amargado cordobés, vendedor de agrotóxicos ofendido por mis dichos", dijo sobre el ingeniero agrónomo Felipez Díaz Yofré, quien presentó un escrito en la UNC y es empleado de la firma de agroquímicos Nufarm SA. También le contestó al denunciante y lo desafió a verse en Tribunales.

“¿Quiere debatir conmigo, cuando los pusilánimes de Julián Domínguez, siendo ministro de Agricultura, y Guillermo Cal, director de Casafe, no asistieron al Seminario de Defensores y Medios donde los esperamos con el Dr. Andrés Carrasco?”, lanzó la abogada ambientalista en su correo electrónico.

“¿Cree usted que después de todo lo que hice en esta década de luchas me voy a replegar por lo que pueda opinar usted o quien sea, teniendo tres títulos universitarios de diferentes facultades de Derecho del país? Usted es la nada para mí, es más, como decía Nelson Mandela, ‘nunca he considerado a un hombre superior ni afuera ni adentro de la cárcel’, para que le quede más claro", cerró en mensaje a Golluscio.

Críticas

Pero el decano no respondió el correo. Consultada por NOVA, Gómez manifestó que "este personaje apoyó en 2010, junto al director del Programa de Agronegocios,Fernando Vilella, que la UBA distinga a Otto Thomas Solbrig con el título de Doctor Honoris Causa".
Y explicó: “Premiar a un schumpeteriano en una universidad agraria donde la ‘destrucción creadora’ fue aplicada a rajatabla en detrimento de la biodiversidad nos da un panorama de quienes asesoran al Gobierno y ocupan los cargos en el Ministerio de Agronomía de nuestra republiqueta sojera”.

"Si se horrorizan de mis opiniones, entonces qué nos queda a los que vemos cómo desde la FAUBA se dictan, desde 1998, el Programa de Agronegocios y Alimentos (PAA), la Maestría en Agronegocios y alimentos reconocida oficialmente este año, la Especialización en Agronegocios y alimentos, el Posgrado de Alta dirección en Agronegocios y alimentos desde el año 2000", enumeró.

"Todo esos egresados hoy trabajan en AAPRESID, El Tejar, los Grobo, Cargill S.A.C.I, Dow Agroscience, Bayer S.A, Syngenta, Nidera, Basf S.A., Novartis, Monsanto, Don Mario Semillas, etc. los que están envenenando al país. ¿Cómo lo llamaría usted a eso? ¿Estudiar para la vida?”, lanzó.
“Incluso hay programas de agronegocios y salud que cuentan con el apoyo financiero de Bunge y Born, currículas inventadas para las multinacionales en una universidad pública, que es de un cinismo sin límites", acusó Gómez, para quien esas casas de estudios son "poco más que rameras de las trasnacionales"

Y más

La abogada prosiguió y cuestionó al establecimiento por “permitir hace casi dos décadas que Dow AgroSciences, en alianza con la Facultad de Agronomía de la UBA, premie las mejores tesis de graduados de esa facultad, y poner a los estudiantes ‘a la venta de su alma’ en el Foro Laboral donde confluyen todas estas empresas en lo que llaman Gestión de Talentos”. “Incluso desde este año se realizan los cursos de capacitación para formar asesores CREA en la FAUBA", añadió.

"Es una vergüenza que la universidad pública preste sus claustros a la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA), la misma asociación que defendió el uso del glifosato y criticó duramente la investigación de Andrés Carrasco en un informe publicado en 2009", manifestó Gómez, enumerando todas las "perlitas" que oculta la FAUBA, a la que solo le falta cambiar el cartel de Universidad por el de “Agrobusiness”, ironizó.

Gómez recordó también que, en 2011, el investigador Daniel Ducasse, del Instituto de Fitopatología y Fisiología Vegetal del INTA, advertía sobre el riesgo del “doble transgénico”, más conocido como soja RR2. "No le aconsejaría al Gobierno aprobar el uso de esas semillas en la Argentina", dijo, preocupado de que se cultivaran 14 millones de hectáreas de soja resistente a insectos, además de la consiguiente pérdida de biodiversidad.

Sin embargo, el 21 de agosto de 2012, Monsanto consiguió la aprobación del evento biotecnológico Intacta RR2 PRO de soja, tras su publicación en el Boletín Oficial, a través de una resolución del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

Pero nadie hace mea culpa, ni siquiera el decano Golluscio con el monocultivo mental enquistado en la FAUBA, dijo Gómez; ni el INTA, que, para Ducasse, "tiene que reconocer que fracasó ampliamente, pese a que brega desde hace décadas por el manejo racional de los agroquímicos; no supimos adaptarnos al cambio productivo y a usar herramientas agropecuarias, ni acercarnos al productor”.

El correo de la abogada termina con una provocación al decano, desafiando como hizo con Yofré en Córdoba: "Estimado Golluscio, yo tengo los ovarios en su lugar y dudo que usted tenga las suficientes testosteronas para enfrentarme, ni siquiera en un seminario". Touché.

FUENTE: NOVA ARGENTINA
Foto: La abogada Graciela Gómez junto al científico francés Robert Bellé.

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