La trata de personas vuelve a estar en el centro de las denuncias en el distrito de Zárate. Pero los cuestionamientos no alcanzan sólo a las empresas sino a los responsables de ejercer el contralor: el Estado en sus diferentes estamentos y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), que comanda Gerónimo “Momo” Venegas.
A fines de noviembre pasado, el Ministerio de Trabajo bonaerense realizó un gran operativo de inspección en establecimientos que se dedican a la cosecha de arándanos en Lima., en un operativo en el que se relevó un total 400 trabajadores que prestaban tareas en nuevas fincas, de las cuales su mayoría se dedicaban a la producción de arándanos y sólo una a su empaquetado.
La autoridad provincial intimó a los responsables de cada uno de los establecimientos a acreditar mediante documentación la correcta registración laboral de los trabajadores, como así también la constancia de pago de haberes.
Pero el “circo mediático”, como lo definen los abogados de los peones, parece no haber surtido ningún efecto y desde la Uatre Zarate no hubo ninguna denuncia sobre las condiciones de los trabajadores que debería defender, ya que a pocos días llegaba para la cosecha de diciembre un contingente de nuevos trabajadores. Pero los inspectores no volverían a la zona visitada.
Tal es así que el 5 de diciembre pasado se radicó una denuncia en la Comisaría 2° de Lima sobre la existencia de 24 personas en estado de hacinamiento en un establecimiento dedicado a la plantación de arándanos de la zona. La fiscal Day Arenas, titular de la UFI Nº 3, pudo constatar la presencia de estos peones, oriundos de Salta, confinados y en pésimas condiciones sanitarias, además de estar desprovistos de los insumos alimenticios básicos para la supervivencia.
Así se solicitó la asistencia del Centro de Protección a la Víctima y la Secretaría de Desarrollo Humano del municipio que comanda Osvaldo Cáffaro, que proveyeron de alimentos y facilitaron su regreso a la provincia de origen. En tanto, el Concejo Deliberante, por resolución 2343 del 20 de diciembre, dispuso dar parte a la delegación local del Ministerio de Trabajo y a la Uatre para una investigación y relevamiento en los diferentes establecimientos, para verificar las condiciones de empleo del personal.
En la mira
La cosecha de arándanos estuvo siempre en la mira, con una empresa que terceriza el trabajo y un funcionario del gobierno municipal involucrado. "La semana pasada -publicaba La Opinión a fines de diciembre- un grupo de trabajadores golondrinas se encontraba en el parador La Granja, para retornar a su pago natal, lo que obligó la intervención del fiscal especializado en trata de personas Darío Giagnorio”.
Con la cosecha de arándanos en marcha, comenzó la temporada de trabajo esclavo. El dueño del campo, cuyo nombre no es citado, dijo que “se iban de regreso a Santiago del Estero y Tucumán, porque terminó la cosecha, y que se acabó la fruta. Los contratamos y vinieron por su cuenta”. Sin embargo, los obreros nombraron a un tercero involucrado que era el contacto con la empresa, agrega el medio.
También manifestaron que en Lima estuvieron alojados en condiciones de hacinamiento, y que un grupo había partido la noche anterior con mucho menos dinero del que les habían prometido.
Uno de ellos, con sólo 19 años, ya lleva varias campañas en el campo y manifestó que en Termas de Río Hondo, en Entre Ríos, los trabajadores se habían comunicado con representantes de Uatre el día anterior, y denunciaron que los llevaron engañados, que les habían prometido un jornal de 200 pesos y trabajo por cuatro meses, cuando el jornal se paga por convenio 140 pesos y el trabajo del arándano no supera los 30 días.
Recuento
A fines de 2013 la problemática estaba centrada en el arándano porque es el momento de la cosecha y por ser un sector difícil para controlar, con un Ministerio de Trabajo que ya anunció que no tiene recursos para hacer inspecciones preventivas, sin el Registro de los Trabajadores Rurales (Renatre) que permitía seguir a la Uatre y con una resolución ministerial que puso a los empleados del arándano en el Sindicato de Obreros de la Fruta de Concordia. Reclutan gente en las provincias del norte, las traen, las internan en un campo y no las dejan tener contacto con nadie.
Empaque Berries del Plata es una de las empresas a las que le hacen la vista gorda en Lima. Uno de sus gerente, Fernando Skiarski, tiene oficinas en Avenida Juramento 2059, Piso 7 oficina 706, Capital Federal, con filiales en Concordia y Tucumán. Allí se empaca desde el mes de septiembre a diciembre de cada año.
La empresa está integrada por las firmas productoras FAAS, Cultivo Arándanos, Berries Argentinos y Tango Berries, y exporta más del 60 % de la producción a estados Unidos y la Unión Europea.
Ya en años anteriores, de 2010 a la fecha, se denunció que 190 personas oriundas de Bolivia habían llegado a uno de sus establecimientos con documentación falsa. El fraude fue utilizar documentos argentinos que se alquilan por monedas o fueron extraviados para darles “el alta temprana” y luego rotarlos cada dos o tres días. Se hablaba de casas donde se alojaban más de 30 trabajadores en condiciones precarias.
Otras de las empresas nombradas es Safyc SA, cuyos integrantes están íntimamente relacionados con la ciudad de San Pedro y con el propio gobierno de Pablo Guacone. Según documentación fechada en abril de 2011, quien figura como presidente de esa tercerizadora es Roberto Carlos Borgo, administrador del hospital y ex miembro de una de las llamadas cooperativas truchas, que afrontó una causa federal en ese aspecto por la que fue sobreseído en la provincia de Tucumán.
Safyc SA tiene domicilio legal en Concordia, Entre Ríos, pero no aparece en el registro de 52 empresas dedicadas a la cosecha. En esa provincia también hubo un escándalo por trabajo esclavo en el establecimiento Mc Berry, en la localidad de Calabacilla.
Allí había 200 empleados tercerizados, que dormían en un galpón con camas cuchetas y a quienes les vendían la comida a precios exorbitantes. La consumían en las propias camas porque no había mesas. El procedimiento fue llevado a cabo por la policía y una delegación de Derechos Humanos, sin el apoyo del Ministerio de Trabajo provincial y con la ausencia total de diálogo desde la Asociación de Productores de Arándano de la Mesopotamia (APAMA).
Denuncias
Como si esto no hubiera bastado, la empresa Indigo Star, ubicada en Camino Acceso a Lima y cuya oficina figura en la web con domicilio Olleros 1811 piso 8 de Capital Federal, también está en la lista de explotadores. Su contadora, Fabiana Luis, manejaría todos los movimientos de la empresa. El jornal tampoco es el prometido; descontando la comida, muchos obreros regresaron a sus provincias sin nada.
"La llamé cuatro veces para que abone la liquidación del empleado Julio Sandoval de Colonia El Simbolar, Santiago del Estero, pero no atiende o dice que no sabe de qué empleado se trata, siendo señalada por los trabajadores como la mandamás y la que atiende al delegado de la Uatre”, señaló la abogada Graciela Gómez, a cargo de la denuncia del peón. “Me contestó que no tiene autoridad para brindarme el teléfono del dueño, que estaría de vacaciones, como la gente de Recursos Humanos".
Sandoval trabajó en el mes de diciembre para la cosecha de arándanos y debió volver a su provincia por una gastroenteritis que llevaba varios días, producto de la falta de higiene, de baños y agua para aseo. Cuenta Gómez: “Me llamó al estudio desesperado para pedirme ayuda, ya que no tenía para el pasaje de vuelta, y la empresa se negó a liquidarle el mes trabajado, por lo que entre todos los demás obreros le pagaron el boleto del micro y a cambio entregó parte de su cosecha de arándanos para juntar el dinero”.
“No sabía dónde estaba, ni la dirección ni el nombre de la empresa, al llegar a su casa pudo juntar los datos y en mi estudio averigüé los teléfonos”, completó la letrada. Según los dichos de Sandoval y otros peones de Santiago del Estero, la Uatre hacía visitas a la finca y siempre los recibía la contadora. “Todos estábamos en negro, nos engañaron cuando nos trajeron, la comida era cara y volví con los bolsillos vacíos”, relató el peón.
De acuerdo a los datos que los trabajadores aportaron a la abogada, había 14 personas de Santiago del Estero, unos ocho de Las Termas de Entre Ríos y algunos más de Corrientes. También una joven menor de edad oriunda de Mendoza, a quien escondían, incurriendo en el delito de trabajo infantil.
"El total de peones era de unos 120, todos en negro; dormíamos en carpas, sin baños ni para el aseo, ni agua, me sentía un pordiosero durmiendo bajo una lona”, manifestó Sandoval.
”Por tanto la complicidad y connivencia de la contadora, de la Uatre Zárate y el Ministerio de Trabajo no es una ilusión, aquí hay gente que está tapando esto, es trabajo esclavo y un claro delito de trata de personas”, indicó Gómez.
Sin contacto
Por acción u omisión, el gobierno de Cáffaro está en la mira. La abogada Gómez relató que “la semana pasada envié un correo a la Municipalidad de Zarate, comentando los hechos, pero nadie me contestó. Esa omisión no me deja dudas de que saben perfectamente lo que esta empresa hace, debería darles vergüenza a los funcionarios salir en los medios de comunicación apoyando el turismo rural y ‘el camino del gourmet’ en estos frutales de arándanos de calidad ‘premium’, exportados con la sangre, sudor y lágrimas de peones esclavos”.
Las bondades del arándano en la salud hacen que sea considerado como la "súper fruta del siglo XXI", ya que se utiliza para combatir la diabetes, como antibiótico, antiinflamatorio y antidiarréico, para problemas de visión y en la prevención de ciertos tipos de cáncer.
Argentina produce poco más de 450 mil kilos de arándano, con muy buenas posibilidades en el mercado estadounidense, con un potencial de compra estimado en que unos 26 millones de dólares anuales. El país destina a la producción de arándanos alrededor de unas 700 hectáreas plantadas en su mayoría en Buenos Aires y Entre Ríos.
Sólo una empresa con unas 300 hectáreas cultivadas entrega unas 300 mil cajas de 1,5 kilos, que tendrán como principal destino el mercado internacional. La producción de arándanos o “blueberry”, como se lo conoce en los países angloparlantes, se inició en el país en 1994, cuando los Estados Unidos "abre sus puertas y permite el ingreso de arándano fresco procedente de la Argentina", indica un trabajo de la Universidad de San Andrés.
Hasta el día de la fecha, la empresa Indigo Star no pagó la liquidación de Julio Sandoval, por lo que sería denunciada penalmente por el delito de trata de personas, trabajo infantil y fraude laboral.
Pese a hacer alarde de tener certificación de la norma GlobalGap y de proveer a la cadena multinacional de localesTesco, del Reino Unido, la empresa “no se saca el maquillaje ni para las vacaciones, dejando una buena administradora en Lima”, sostiene Gómez en referencia a la contadora Fabiana Luis.
“Qué dirían los consumidores de fino paladar si vieran las condiciones de salubridad de los trabajadores, cuando la empresa les garantiza estándares de seguridad e higiene y una línea de procesos de última generación en su producto premium, llevando los delicados ‘blueberrys’ desde el retrete a su mesa”, se preguntó la letrada.
Fuente: NOVA ARGENTINA
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