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domingo, 6 de julio de 2014

CHEMTEC sigue contaminando

Lunes 7 de julio de 2014

Por Dra Graciela Vizcay Gomez

La empresa se mudó a Villeta, pero no mudó los desechos tóxicos, los dejó enterrados en Ñemby, donde siguen contaminando y matando. Mientras el presidente paraguayo visita al Papa y le da la venia a los sojeros, y en su escandalosa hipocrecía, mira por TV al pueblo envenenado, inundado y hambreado.-

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La fábrica de agrotóxicos Chemtec SAE, de capitales argentinos, logró el certificado de localización en Ñemby, Paraguay el 14 de junio de 2002. La dirección de la fábrica era Capitán Felipe Gómez 735 entre Fabián Cáceres y Pedro Cabrera, mientras en la Licencia Ambiental otorgada por la SEAM, figura Felipe Gómez 1087, detalles que una buena coima o la inoperancia pasan por alto. Días después, la Gobernación del Departamento Central dió el ok, sin corroborar la dirección, ni lo que produciría la empresa: Venenos, en un barrio densamente poblado como lo es Los Naranjos, y a escasos metros de una escuela.  

El proyecto siniestro de Christian Bogado Arrúa, ingeniero de la empresa, fué aprobado por la Dirección de Defensa Vegetal, a cargo de la ingeniera Yolanda Enciso de Fariña. El acta expresa que “el incinerador” no se aprueba porque “no era competencia de dicha Comisión”. El horno pirolítico desechado en todo el mundo por su peligrosidad y contaminación trabajó casi ocho años pegado a la escuela. Niños y vecinos enfermos desfilaban, mientras los funcionarios hacían la vista gorda.

La primera fuga de producto químico nauseabundo de la fábrica, convirtió el aire se sintió en toda la ciudad de Ñemby, fué en noviembre de 2004. El olor era insoportable, sin embargo el Ingeniro Gustavo Rodríguez del SEAM le renovó la Licencia Ambiental a la empresa por Resolución Nº 181/2005. Ese mismo año los vecinos denunciaron ante el Ministro del Ambiente, ingeniero Alfredo Molinas, advirtiéndole las irregularidades de la empresa. No hubo respuestas. Una nueva denuncia de los vecinos esta vez ante la Municipalidad y Salubridad .El resultado fué “que no se encontró delito alguno y que la empresa no constituye peligro para las vidas humanas ni el medio ambiente.”, mientras las enfermedades arrasaban el barrio en 2006.

Ese año los mismos personajes argentinos : Guillermo Oscar Pessagno ingeniero agrónomo, su mujer Irene García, y César Manuel Smirnoff amigo y vice director de Chemtec, creaban otra fábrica de venenos “Químicos Puntanos SA”en Villa Martelli, Buenos Aires. Otras empresas propiedad de estos mismos individuos son: Agroimpulso en Bolivia y Chembras en Brasil, todas tóxicas. El negocio es redondo, tanto como para crear un fideicomiso en el Banco Familiar SAECA .
Una tarea urgente para los sabuesos de AFIP y la Subsecretaría de Estado de Tributación, que parecen tener antiparras para los delitos de cuello blanco.

Obligado por las repercusiones, se presentó en el barrio el jefe de Salubridad, Daniel Ferreira, quien tomó muestras de plantas y frutas, todas con manchas blancas. El resultado de los análisis jamás se realizó. Mientras tanto la empresa intentó comprar el silencio de los vecinos. Elena de Florentín recibió la visita del Ing. Cesar Smirnoff, vice presidente de Chemtec, quien le ofreció una casa en otro barrio, plantas nuevas y cajones de uvas por su parral que se había secado -“Al retirarse me dijo que esto quedaba entre nosotros”denunció en todos los medios la vecina.

En diciembre de 2006 el intendente de Ñemby pide la intervención de la empresa , pero Chemtec se negó a recibir a los funcionarios de Salubridad. Luego estos informaron que “todo estaba en orden”. Los vecinos ante tanta impunidad, presentan una denuncia penal ante la Unidad Especializada en Delitos Ambientales. El Sumario Administrativo de febrero de 2007 es contra los directivos de Chemtec por “Infracción a la Ley 294/93 de Evaluación de Impacto Ambiental”.

Un día después, pero en Argentina, nuevamente el dúo dinámico Guillermo Pessagno, su mujer Irene García, fueron noticia, esta vez junto a otra pareja: Hugo Norberto Rebecca y Marta Angélica Bailo de Rebecca, todos fueron declarados en Quiebra por la empresa “Laboratorios Agroveterinarios S.A”, con sede en Buenos Aires y domicilio procesal en la provincia de San Luis, el Juzgado CC y Minas N°4 a cargo del Juez Nestor Milán, les decretó la inhibición de bienes. La partida de ajedrez siempre es "capturar el rey", exportando veneno a cuatro países, mofándose del AFIP y la justicia.

Algunas familias se mudaron a causa de las enfermedades que padecían, los que quedaron sufrieron la segunda fuga de químicos de la empresa. El 6 y 7 de septiembre de 2007, corridas, evacuacion de escuelas y un desfile de intoxicados fueron constatados por el toxicólogo Dr. Evelio Cardozo y personal de la 11º Región Sanitaria del MSP. El caos de esas 48 horas no fueron suficientes para el abogado “cieguito” Edgar Barrientos, de la Dirección General de Educación Inicial. Tampoco para la abogada Bernarda Alvarez, ni para los concejales Darío Álvarez y Néstor Benítez, todos inoperantes, nadie vió el Auschwitz paraguayo.

En el 2008 la Dra. Graciela Gamarra confirma “Que existe un brote de intoxicación aguda por plaguicidas en el barrio los naranjos” coinciden con ella los Dres José Fusillo, Diego Aguayo, Gill Dami Serna y el dermatólogo Dr. Julio Correa. Vecinos con nivel de colinestera fuera del rango indicaban claramente la exposición a organofosforado, incluso empleados de la fábrica, tal es el caso de Pablo Candia y Liborio Borja.

Se clausura Chemtec y en el allanamiento las irregularidades descubiertas eran bochornosas. El Fiscal Ricardo Merlo, imputó a Guillermo Pessagno y al Ingeniero Eladio Sosa, por “Incumplimiento de Medidas de Mitigación y Procesamiento Ilícito de desechos” Las muestras de agua dieron positivo en los análisis de agroquímicos. En el acta puede leerse que “durante el allanamiento a la fábrica el 23 de diciembre se encontró el producto químico Paraquat, (prohibido en el país), ratificado en otro informe: “Chemtec estuvo importando Paraquat y endosulfán, y otros agrotóxicos durante 2008”. Pero la fábrica siguió trabajando ilegalmente incluso en horas de la noche, pese a la clausura.Un monumento a la indecencia que asquea y ensucia a varios organismos.

Lo que nadie imaginó es que un ex empleado de Chemtec, Liborio Borja, declarara ante el Ministerio público, en acta que “la fábrica Chemtec no respetaba ninguna normativa ambiental, ni la salud de sus empleados”, y denunció la existencia de 5 pozos donde se tiraban los efluentes líquidos sin ningún tipo de tratamiento: “Un pozo se encuentra en el área de elaboración de productos líquidos, tres pozos se encuentran debajo del tanque australiano y un pozo en el campo experimental”. Las sospechas del Dr. Alexander Pessoa, experto en evaluación de riesgos del MSP de Brasil y representante ante la OMS, se confirmaron, lo intuyó en el allanamiento y lo dejó plasmado en su informe. Aún hoy los desechos siguen allí, en las narices de todos los funcionarios irresponsables.

Acorralados, los viles al mando de Chemtec, planearon un “secuestro” de su empleada, la actriz de reparto "Emilce Morínigo", ridiculizando aún más la patética posición ante la comunidad. Más de setenta vecinos presentaron una nota de repudio ante tal disparate, al Comisario Principal Cándido Ramírez.

El fin de su impunidad en Ñemby llegó con el estudio científico "Daño celular en una población infantil potencialmente expuesta a pesticidas”, 48 niños de la escuela a metros de la fábrica Chemtec "presentan mayor frecuencia de micronúcleos, células binucleadas, alteraciones nucleares como cariorrexsis y picnosis” marcan "una diferencia altamente significativa” con las células de los niños no expuestos a los tóxicos.

La asesora de la fábrica, la médica argentina Viviana Virginia Crapanzano, jefa de toxicología del Hospital Posadas, intentó sin éxito minimizar el trabajo impecable de los científicos paraguayos, y terminó denunciada ante el BID junto al Senasa, por “Conflicto de Intereses y falta de ética profesional” por ser asesora del Senasa, docente en la UBA y ser miembro del Grupo 5 de la Comisión de Investigación Sobre Agroquímicos. Una toxicóloga a tiempo completo, pero con poca vergüenza.

La empresa se mudó a Villeta, pero no mudó los desechos tóxicos, los dejó enterrados en Ñemby, donde siguen contaminando y matando. Mientras el presidente paraguayo visita al Papa y le da la venia a los sojeros, y en su escandalosa hipocrecía, mira por TV al pueblo envenenado, inundado y hambreado.-

Fuente: Ecos de Romang-Bs As-Argentina


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