Por Graciela Vizcay Gomez
Una huerta con capacidad para producir alrededor de 400 cajas de verduras y hortalizas al mes, así como plantas medicinales y aromáticas, recogida de aguas pluviales y cientos de plantas que brotan de las semillas. Esto es parte del paisaje de la zona fuera del Presidio Maestro Jacy de Asís en Uberlândia, Belo Horizonte Brasil, en Minas Triángulo, donde trabajan 25 internos. La noticia fué publicada por SEDS, la Secretará de Estado de Defensa Social de ese país..
En el otro lado de la pared 30 mujeres producen los pantalones y pantalones cortos uniformes del sistema penitenciario de Minas Gerais, que se remitirá al almacén central de Belo Horizonte. La producción llega a 2.250 piezas por mes.
Los detenidos en las actividades productivas y la prestación de servicios no se limitan a estas dos actividades. La prisión cuenta actualmente con 300 hombres y mujeres en el trabajo interno y externo de la limpieza, mantenimiento y obras.
La unidad se puede comparar con una gran empresa proveedora de mano de obra cualificada en el área de la construcción. "Contamos con profesionales fantásticos, albañiles, pintores, electricistas, participando en obras en muchos edificios públicos de Uberlândia, escuelas e incluso la comisaría de la Policía Federal", dice el director general de la prisión de Maestro Jacy de Assis, Adanil Firmino da Silva.
Conociendo el jardín de los medios de prisiones se perdió en la variación de las camas verdes. Rúcula, lechuga, col, repollo, espinacas, brócoli e incluso pequeñas camas Maracugina, hierba de limón, hierba santa, la menta y las cebolletas son algunas de las especies cultivadas, bajo la responsabilidad del funcionario de prisiones y del director de producción José Francisco Pereira dos Santos, de 61 años, que trabaja en la unidad desde que se abrió en 1999.
"Nací en el monte y al final del año, cuando me retire, regreso al campo. Este jardín es mi pasión y tiene el poder de cambiar la vida de muchos hombres. Nadie puede venir y conseguir inmunes a los cambios ", dice Francisco.
Según el gerente de producción de informes en varias ocasiones que conoció por casualidad con ex detenidos en la calle, lo que hizo para decirle cómo sus vidas habían cambiado para el mejor cuidado, que estaban trabajando y tomando de la familia.
La comida se vende a un proveedor de la empresa de alimentos a la prisión, con una capacidad de 940 asientos y es de aproximadamente 2.100 prisioneros. En época de lluvias, el agua que corre por el techo del almacén de herramientas y es dirigida por una tubería a un depósito situado cerca de las plantas de semillero de efecto invernadero.
Gran parte de la ropa usada por los presos del estado se hacen en la prisión de Uberlândia. En el lugar llegará grandes rollos de tela de color rojo y verde, cortadas con una máquina como una sierra de arco, que se desliza sobre una bancada. El resto de las entradas se compuso de las líneas y elástica porque los uniformes tienen cremallera, botones o bolsillos.
El director de devolución de llamada, Janaina Vaz persona, explica que a pesar de los pequeños moradores del tiempo empleado en el taller uniforme, la producción y no para los plazos se cumplen. A medida que la unidad está destinada a detenidos en prisión preventiva, que puedan ser transferidos a otros lugares o recibir una licencia de liberación.
La prisión produce uniformes durante más de siete años. Los rojos son para las unidades comunes y verdes para hospitales y el Centro de Referencia para las mujeres embarazadas privadas de libertad de Vespasiano, Gran Belo Horizonte.
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