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jueves, 8 de diciembre de 2011

EL GALARDÓN ES PARA LOS DELINCUENTES.

Jueves, 08 de Diciembre de 2011
Escrito por Dra Graciela Gomez

Celso Aníbal Fernández, un trabajador rural de 52 años y oriundo de Puerto Piray, falleció el pasado 1 de diciembre en el Hospital Samic de Eldorado, donde permanecía internado desde hacía una semana, como consecuencia de un tumor maligno detectado tras doce años de fumigación manual con agrotóxicos para la transnacional chilena Alto Paraná S.A. La empresa que dice ser “Un Referente mundial en el desarrollo sustentable de productos forestales” tratando de mejorar y minimizar los impactos ambientales, está muy lejos de su retórica. Dos casos anteriores ocurrieron en la misma empresa, el 7 de octubre de 2005, Luis Duarte de 35 años y Plácido Galeano de 49 años, murieron en los piletones de depuración de efluentes altamente contaminantes, de la planta de celulosa que pertenece al grupo chileno Arauco.

Sin embargo la FAO, el BID y nuestro propio gobierno subsidian a estos emprendimientos. Además la FAO sigue disfrazando de “ecológica” a la industria de las plantaciones entre ellas pino y eucalipto, definiéndolas como “bosques plantados” cuando en realidad destruyen el bosque nativo para implantar un monocultivo que ni siquiera es autóctono, desterrando a los colonos de su hábitat.
Y tiene al Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca, resaltan estas prácticas y también la incluyen en lo que se denomina bosque. El video realizado por la productora comunitaria La Rastrojera TV y la Revista Superficie recorre el mundo por internet, retratando lo que los grandes medios callan a cambio de la abundante pauta que reciben de Alto Paraná.

Allí Celso relata que “Lo que más usábamos es Round up en las plantaciones de pino, y hace tres meses me apareció un tumor maligno en el cuello” Desde 1998 hasta el 2010, Celso trabajó como peón tercerizado de Alto Paraná S.A. "Todo el tiempo trabajaba con los herbicidas, hacíamos trabajo manual en reforestación en las plantaciones de pino, también hacíamos plantaciones y preparábamos el terreno".
Su familia manifiesta que las molestias comenzaron en julio de 2011, un fuerte dolor en la garganta del lado izquierdo, luego un tumor que fue creciendo con parálisis local.

También hay denuncias de otros peones que manifiestan que “El Samic está manejado por el gobierno y por Alto Paraná, y tapan todo”.  También declaran que hay muchos casos de intoxicaciones, enfermedades y muertes derivadas del uso indiscriminado e inadecuado de agrotóxicos en las plantaciones de pino, materia prima para la pasta celulósica de Alto Paraná S.A. Por ese motivo la empresa estaría despidiendo a los peones contratados y poniendo maquinarias para eliminar la fumigación manual.
Pese a ello días pasados el Banco Galicia y el Diario La Nación premiaron a la empresa criminal con el reconocimiento “Excelencia Agropecuaria” en el rubro forestal.

En el mundo del revés “ un ladrón es vigilante y otro es juez” el mejor forestador  y mayor destructor fue para la empresa Alto Paraná, de Misiones , cuyas ventas este año alcanzaron las 108.840 toneladas y cerca del 65% del abastecimiento forestal corresponde a plantaciones propias.
Según Sergio Alves de Revista Superficie “Lo que nadie mencionó, es que se trata de una de las plantas más contaminantes de la provincia y la que opera con mayor impunidad”

El periodista realizó una entrevista a Faustino “Tribilín” Tabares, viudo de Delia Fernández, quien murió el 2 de mayo de 2006 en el barrio donde está la fábrica.
En el Hospital Samic de Eldorado los médicos le informaron que la causa del deceso se debía al enorme grado de contaminación en su sangre provocado por el diario respirar del formaldehído que la planta emana de su chimenea, “una sustancia con olor a podrido”. El caso de Delia Fernández fue tapado por completo a nivel mediático y sigue en la más absoluta impunidad.
Tribilín Tabares resignado agrega: “El de mi esposa es apenas uno de los casos. Acá hay casos de cáncer y leucemia por todos lados, nacen chicos malformados, y a todos los médicos nos dicen que es por vivir al lado de la planta de MDF de Alto Paraná. El polvillo tóxico sale de la chimenea y entra por las ventanas, hasta en las ollas de la comida, es como el condimento diario de los vecinos”

El gobierno prefiere mantener la planta funcionando aunque el costo sea la enfermedad de toda una población pobre, inculta y sin recursos para defenderse legalmente , asimismo los medios de comunicación donde la empresa paga de miles de pesos en concepto de publicidad y silencio.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), niveles bajos de formaldehído pueden producir irritación a la piel, los ojos, la nariz y la garganta. Gente que sufre de asma es probablemente más susceptible a los efectos de inhalación de formaldehido, mientras el Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS) ha determinado que el formaldehído es carcinogénico.

“Cuando mi esposa murió, los médicos me dijeron: “Agarrá a tu familia y salgan de ese pueblo. Porque de aquí a cinco años, se va a morir el 30% de Puerto Piray. Pero parece que a nadie le importa” concluyó Tribilín Tabares. Alto Paraná tiene sus propias leyes en Misiones y el gobierno, es solo un títere que festeja con papel picado cuando los premios se los lleva el infractor. En el mundo del revés la integridad no recibe medallas.-

Fuente: Asociación Argentina de Periodistas Ambientales (AAPA)-Medio&medio
Foto: Alto Paraná SA, de Carlos Esteban Lara

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