Dra Graciela Gomez
El 27 de septiembre se conmemora como "Día Nacional de la Conciencia Ambiental" en memoria del escape de gas cianhídrico ocurrido en la ciudad de Avellaneda, Pcia de Buenos Aires en el año 1993 donde perdieron la vida siete personas. A 20 años del hecho no hay un culpable y los acusados están libres.
El gas cianhídrico en una concentración de 300 partes por millón en el aire es suficiente para matar a un humano en cuestión de minutos. Su toxicidad se debe al ion cianuro CN, que inhibe la respiración celular. Su capacidad de envenenamiento es superior a la del CO en los fuegos y permite inmovilizar a una víctima en un breve periodo de tiempo, este efecto debe ser tenido en cuenta por los bomberos. Suele producirse por la combustión de productos sintéticos tales como ropas, moquetas, alfombras, etc. Su ingesta suele ser debida a la inhalación.
En la tragedia de Avellaneda murieron cuatro miembros de un familia y un equipo de emergencias que llegó al lugar a socorrer. Dos de los cuatro empresarios acusados fueron sobreseídos,para los otros dos la cause prescribió.Ellos son el transportista Juan Ernesto García y Juan Manuel Sánchez, dueño del depósito donde se arrojaron ácidos, fueron procesados por el juez Guillermo Roberts, de Lomas de Zamora, por "contaminación seguida de muerte". Los empresarios Ernesto Pizzio y Luciano Mondolo, por contaminación, por verter cianuro a las cañerías. Era la primera vez que se aplicaba la ley 24.051 de Residuos Peligrosos.
Era la hora 13 de aquel 27 de septiembre cuando Manuel Nuin (79) se descompuso en su casa de 25 de Mayo 319. María Angela (80), su esposa, avisó por teléfono a su hijo Horacio (43), quien a su vez llamó a Rosa Scala (43), su mujer. Horacio Nuin salió corriendo hacia la empresa de atención médica Emercor.
Cuando Horacio volvió en la ambulancia, sus padres y su esposa estaban muertos. Tras ellos cayeron la médica Bibiana Otero de Turcutto (41), el chofer-camillero Roberto Voytezko (32), el enfermero Orlando Cáceres (30) y el propio Horacio.
La causa fué una combinación de sustancias tóxicas. Alguien echó ácido sulfúrico a las cloacas. A pocas cuadras y al mismo tiempo, otra persona tiró sales de cianuro. En el agua estancada se formó ácido cianhídrico, cuyo gas escapó por una rejilla de la casa de la familia Nuin. Vecinos de los Nuin y del galpón de García ya habían hecho denuncias ante Aguas Argentinas y en la Municipalidad de Avellaneda, pero no fueron tomadas en cuenta. Además, ni García ni Sánchez tenían habilitación para trabajar con sustancias peligrosas.Otro depósito de García ya había sido clausurado por esa causa. El Municipio le permitió seguir trabajando para reacondicionarlo, pero después no fue a comprobar que estuviera en regla.Por ello fué demandado, porque no habría controlado las actividades industriales ni atendido a las denuncias de los vecinos . La Dirección de Medio Ambiente bonaerense y la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Nación también fueron acusadas, porque no habrían ejercido el correspondiente poder de policía.También Aguas Argentinas por presunta falta de limpieza de cloacas.
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