Por Graciela Vizcay Gomez
Monsanto acordó pagar $ 80 millones de multa por fraude a la Comisión de Valores de USA (SEC)
Así lo informa el New York Times el lunes 9 de febrero.
La empresa acostumbrada a estas artimañas ya en 2012 en Argentina, la Comisión evaluadora y revisora de convenios para evitar la doble imposición, que integran los ministerios de Relaciones Exteriores y de Economía, y la AFIP, detectó que una cantidad considerable de empresas argentinas cambiaron de "domicilio" entre 2006 y 2010 con un denominador común: todas terminaron controladas por firmas radicadas en España. En aquel entonces se supo que firmas de todas las actividades económicas como el Grupo Techint, Petrobras, McCain, Nextel, Acindar, Quilmes y Monsanto recurrieron a la planificación fiscal nociva, una forma de estructurar sus negocios y operaciones que permite abusar de la legislación tributaria. La agencia Bloomberg, en mayo de ése año, denunció a Techint, todas parecen haber seguido el índice del libro "Aspectos internacionales de la tributación argentina (Editorial La Ley, 2009), de Gabriel Gotlib, especialista en derecho tributario, societario y financiero del estudio Marval, O’Farrell & Mairal, y Fernando Vaquero, asociado en el mismo estudio, para estafar al fisco por sumas millonarias. En 2012, la Argentina canceló el convenio de doble imposición con España.
Ejecutivos de la contabilidad de Monsanto, en USA, Sara Brunnquell, Anthony Hartke y el ejecutivo Jonathan Nienas también deberán pagar multas por un total de $ 185.000 y los contadores serán suspendidos temporalmente para ejercer ante la SEC. En cambio no se descubrió mala conducta personal del CEO de Monsanto Hugh Grant y el ex director financiero Carl Casale.
El delito impositivo, al estilo Al Capone, se debió a no poder explicar los costos de un programa de reembolso de las ventas de su producto estrella herbicida Roundup (glifosato). La SEC dijo que Monsanto, tenía los controles internos suficientes para rastrear adecuadamente millones de dólares en reembolsos que ofrecía a los minoristas y distribuidores de Roundup. Los descuentos eran parte de una promoción que Monsanto creó para contrarrestar la venta de una versión genérica del producto más barato, en 2009. La empresa tuvo ingresos sustanciales como resultado de la promoción de ventas a partir de 2009 hasta 2011, pero no reconoció los costos relacionados, lo que llevó a plantear mal las ganancias corporativas durante un período de tres años.
María Jo White asumió el cargo de presidente de la agencia SEC en 2013, con un plan para volver a centrarse en los abusos de contabilidad corporativos. Los casos contables sumaron 114 hasta septiembre de 2015, son el doble que en el mismo período del año 2013 (53). En junio pasado, la SEC llegó a un acuerdo civil $ 190 millones de dólares con Computer Sciences Corp. y acusó a ocho ex empleados y ejecutivos por la manipulación de los resultados financieros.
Monsanto, sin admitir ni negar irregularidades, también estuvo de acuerdo en contratar a un consultor para que revise su información financiera de los programas de descuentos para su negocio de protección de cultivos. El presidente ejecutivo, Hugh Grant, dijo que la compañía reembolsará $ 3.165.852 por bonos en efectivo e incentivos en acciones que recibió durante el período en cuestión, y su ex director financiero, Carl Casale, devolvió $ 728.843 en compensación.La SEC dijo que no se encontró ninguna mala conducta personal por parte de ninguno de los dos y ni reclamos bajo la Ley Sarbanes-Oxley.
El Roundup, uno de los productos más rentables de Monsanto, comenzó a perder cuota de mercado después que sus competidores debilitan sus ventas con marcas genéricas más baratas. En 2009, Monsanto introdujo un programa de reembolso que ayudaría a compensar las reducciones de precios en el producto en años posteriores si los minoristas y distribuidores cumplían ciertos objetivos de ventas. Aproximadamente un tercio de las ventas de Roundup se produjo en el trimestre que se introdujo el programa de reembolso. La empresa retrasó la presentación de esos informes hasta el año 2010.
Un nuevo programa de reembolso fue creado en 2010, bajo el cual Monsanto pagó $ el 44,5 millones a sus dos distribuidores más grandes. El programa se repitió al año siguiente, y la multinacional aplazó el registro de los costes de devolución desde 2010 a 2011.
Sin dudas, despidos y pérdidas de ganancias se suman, a la caída en desgracia de la empresa. En abril del 2015, en "Glifosato: del escándalo al crimen corporativo", advertiamos las debilidades de la multinacional madre del veneno estrella. La Ley Sarbanes Oxley espera, todos los delitos corporativos de Monsanto se subsumen en uno solo: Lesa Humanidad, aunque Al Capone cayó por causas contables.-
Fuente: Zero Biocidas
El delito impositivo, al estilo Al Capone, se debió a no poder explicar los costos de un programa de reembolso de las ventas de su producto estrella herbicida Roundup (glifosato). La SEC dijo que Monsanto, tenía los controles internos suficientes para rastrear adecuadamente millones de dólares en reembolsos que ofrecía a los minoristas y distribuidores de Roundup. Los descuentos eran parte de una promoción que Monsanto creó para contrarrestar la venta de una versión genérica del producto más barato, en 2009. La empresa tuvo ingresos sustanciales como resultado de la promoción de ventas a partir de 2009 hasta 2011, pero no reconoció los costos relacionados, lo que llevó a plantear mal las ganancias corporativas durante un período de tres años.
María Jo White asumió el cargo de presidente de la agencia SEC en 2013, con un plan para volver a centrarse en los abusos de contabilidad corporativos. Los casos contables sumaron 114 hasta septiembre de 2015, son el doble que en el mismo período del año 2013 (53). En junio pasado, la SEC llegó a un acuerdo civil $ 190 millones de dólares con Computer Sciences Corp. y acusó a ocho ex empleados y ejecutivos por la manipulación de los resultados financieros.
Monsanto, sin admitir ni negar irregularidades, también estuvo de acuerdo en contratar a un consultor para que revise su información financiera de los programas de descuentos para su negocio de protección de cultivos. El presidente ejecutivo, Hugh Grant, dijo que la compañía reembolsará $ 3.165.852 por bonos en efectivo e incentivos en acciones que recibió durante el período en cuestión, y su ex director financiero, Carl Casale, devolvió $ 728.843 en compensación.La SEC dijo que no se encontró ninguna mala conducta personal por parte de ninguno de los dos y ni reclamos bajo la Ley Sarbanes-Oxley.
El Roundup, uno de los productos más rentables de Monsanto, comenzó a perder cuota de mercado después que sus competidores debilitan sus ventas con marcas genéricas más baratas. En 2009, Monsanto introdujo un programa de reembolso que ayudaría a compensar las reducciones de precios en el producto en años posteriores si los minoristas y distribuidores cumplían ciertos objetivos de ventas. Aproximadamente un tercio de las ventas de Roundup se produjo en el trimestre que se introdujo el programa de reembolso. La empresa retrasó la presentación de esos informes hasta el año 2010.
Un nuevo programa de reembolso fue creado en 2010, bajo el cual Monsanto pagó $ el 44,5 millones a sus dos distribuidores más grandes. El programa se repitió al año siguiente, y la multinacional aplazó el registro de los costes de devolución desde 2010 a 2011.
Sin dudas, despidos y pérdidas de ganancias se suman, a la caída en desgracia de la empresa. En abril del 2015, en "Glifosato: del escándalo al crimen corporativo", advertiamos las debilidades de la multinacional madre del veneno estrella. La Ley Sarbanes Oxley espera, todos los delitos corporativos de Monsanto se subsumen en uno solo: Lesa Humanidad, aunque Al Capone cayó por causas contables.-
Fuente: Zero Biocidas
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